Zaragoza esconde pequeñas joyas gastronómicas como esta cafetería, que no es muy conocida. El local es pequeño, apenas cuenta con seis mesas en el interior, aunque con la llegada del buen tiempo la terraza se anima con otras nueve. Desde fuera parece un bar de barrio muy normal, uno de tantos que de sol a sol abren sus puertas en Zaragoza sin un solo argumento gastronómico que llevarse a la boca. Esta primera impresión enseguida se torna inquietud e interés al observar las pizarras que anuncian sugerencias y especialidades y, sobre todo, al contemplar las vitrinas de la barra.

En ellas llama la atención la lustrosa presencia de vinagrillos, la tortilla de patata –cuya fama en el Actur es bien conocida–, los torreznos de Soria y algunos montaditos, sobre todo los de bacalao. Especialmente recomendables son las recetas de bacalao gratinado relleno de carabineros y cebolla, y el que se presenta fresco con panceta y paté de oliva.

Estas propuestas no son más que un pequeño aperitivo de lo que propone Milenium. Javier Arruga, su propietario, acude casi todos los días a Mercazaragoza y el que nunca falla es el jueves. Es el día que sus proveedores le abastecen de pescado y marisco. De esto último, de viernes a domingo, ofrece un impresionante muestrario: raciones de navajas, berberechos, ostras, buey de mar, centollas, almejas de carril, gambas de Huelva…

El marisco también se trabaja con otros productos. En este local la tradición de la cuchara está muy arraigada, incluso en verano. Por ello es posible disfrutar de garbanzos con bogavante o, los jueves, de pochas con langosta en pequeñas cazuelitas o en raciones más grandes. Merluza, lubina y dorada son pescados que suelen aparecer en el menú del día y en la carta, como alternativa al picoteo más informal.

La lista continúa, porque si los productos del mar son una seña de identidad de la casa, hay una receta que está desde el día que abrió sus puertas: huevos rotos con gulas, ajos, ajetes y langostinos. Y para la clientela que cada vez más apuesta por salir a comer tapeando hay alternativas contundentes como el chuletón de buey en pequeñas tiras.

Este relato no concluye con los postres, pero las croquetas caseras casi tienen esa condición: de jamón, bacalao, boletus y confit de pato con foie. Mucho ingrediente principal y muy poca bechamel. Como debe ser una croqueta que se precie.

?Milenium Calle de Emilia Pardo Bazán, 5. Zaragoza. Teléfono: 976 529 622 Horario: de 7.00 a 24.00. Sábado y domingo, de 9.00 a cierre. Descanso: abierto todos los días.

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