Hacienda Molleda es una bodega familiar situada en la localidad de Tosos y acogida a la Denominación de Origen Cariñena que cuenta con una larga tradición vitícola. Dirigida por Joaquín Meléndez y con Rocío Meléndez como directora técnica y José Toledano como enólogo, siempre ha apostado por las variedades de uva autóctonas como la cariñena y la garnacha, para elaborar sus vinos más cuidados.

Uno de los que más acogida tienen entre el público y la crítica es Finca La Matea, un varietal de garnacha con seis meses de crianza en barrica, que en los últimos tiempos está recogiendo grandes reconocimientos con la añada 2012. El más importante, la medalla de oro que recibió en el último concurso Garnachas del Mundo, celebrado en el monasterio de Veruela.

Es un vino caracterizado por su gran equilibrio entre las numerosas cualidades que lo adornan. Pero, además, me gusta especialmente por su personalidad, por su atractivo carácter, que le da un toque de distinción entre las ricas garnachas que se crían en esta zona vitivinícola aragonesa. El color ya atrae desde que el vino se acomoda en la copa.

Aromas típicos de la variedad -frutos negros y rojos- se dan la mano con las suaves notas mentoladas, especiadas y de tofe que le aporta la barrica. En su paso por boca deja una huella tan agradable como la que se espera nada más olerlo.

No es de extrañar que aporte tan gratas sensaciones, dado que se elabora con uvas seleccionadas de una de las parcelas más valiosas de la finca, La Matea, situada en una ladera de tierra de cascajo con alto porcentaje de tierra caliza. Cada botella tiene un precio de venta al público de 11 euros y la relación entre la calidad y el precio es muy buena.

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