ECONOMÍA EN LA EUROZONA

Trichet se despide del BCE sin mover los tipos pero con ayudas a la banca

El francés Jean-Claude Trichet se despidió del Banco Central Europeo (BCE) sin mover la tasa principal de interés en la eurozona pero con varias operaciones especiales de refinanciación para la banca europea

Jean Claude Trichet en su última rueda de prensa
Trichet se despide del BCE sin mover los tipos pero con ayudas a la banca
EFE

El francés Jean-Claude Trichet se despidió del Banco Central Europeo (BCE) sin mover la tasa principal de interés en la eurozona pero con varias operaciones especiales de refinanciación para la banca europea.


En su última rueda de prensa, esta vez en Berlín y no en Fráncfort, el presidente saliente anunció que este mismo año habrá dos subastas ilimitadas para asegurar la liquidez del sistema financiero durante la crisis. "Los bancos requieren atención. Tienen que regresar al mercado para elevar su capital", defendió en la conferencia que ofreció junto a Jens Weidmann, presidente del Bundesbank alemán.

12 meses de liquidez limitada

Esas inyecciones de liquidez ilimitada serán a 12 meses. Además, se mantendrán las operaciones de refinanciación actuales al menos hasta julio del año que viene. Por otro lado, y después de defender la decisión del Consejo de gobierno de mantener la tasa rectora en la zona euro en el 1,50%, el francés adelantó que en noviembre se reactivará el programa de compra de bonos garantizados en el mercado primario y secundario por un valor de 40.000 millones de euros (más de 53.000 millones de dólares).


El guardián del euro ya realizó programas similares de compras de bonos garantizados entre 2009 y 2010, aunque fueron de un monto inferior. Trichet reconoció por otro lado que las actuales turbulencias en los mercados sí afectarán sustancialmente al crecimiento de las economías del euro.


En el segundo trimestre, el ritmo de crecimiento del producto interior bruto (PIB) será "muy moderado" por la ralentización de la actividad económica en los países del euro, explicó. En ese sentido, el francés, que pone fin a su mandato de ocho años al frente de la entidad europea el 31 de octubre, volvió a pedir "moderación" tanto en los salarios como en los márgenes de beneficio.

Amenaza de recesión

Pese a la persistencia de la crisis de deuda soberana en Europa y a la creciente amenaza de recesión, el banquero dejó invariable la tasa de interés ignorando con ello las presiones de los mercados e incluso del Fondo Monetario Internacional (FMI) para que rebajara el precio oficial del dinero.


La decisión, en una situación de semejante ralentización económica en la que los temores a un impago de Grecia aumentan día a día, no era fácil: un recorte aumentaría la ya alta inflación, mientras que las tasas altas encarecen el crédito y dificultan la recuperación. Justo lo contrario de lo que aconseja la situación actual.


Finalmente, Trichet no dio sorpresas y se mantuvo fiel a su objetivo de mantener la estabilidad de precios conteniendo la inflación, que se sitúa ya en el tres por ciento en los países del euro.


"La inflación sigue siendo elevada y las últimas informaciones revelan que continuarán por encima del dos por ciento hasta finales de año para luego descender", justificó esta tarde. El BCE recomienda tasas cercanas, pero por debajo del dos por ciento para mantener la estabilidad de precios.


El banquero, que deja un BCE con la mayor crisis interna de su historia, cede así la opción de mover los tipos a su sucesor, al italiano Mario Draghi, actual gobernador del Banco Central de Italia y miembro del consejo de gobierno del BCE.