LAS COMPAÑÍAS

"La flexibilidad será bienvenida"

La reforma era "urgente" para Pikolín, Saica e IQE, que ven más importante la flexibilidad que abaratar el despido. Las empresas califican el ajuste de "tardío e incompleto".

Instalaciones de Saica.
"La flexibilidad será bienvenida"
PEDRO ETURA

Los empresarios aragoneses coinciden en que la reforma era urgente y algunos consideran que se queda corta, aunque ayer todavía estaban estudiando el decreto del Gobierno. El aumento de la flexibilidad es uno de los puntos que más valoran, incluso por encima del abaratamiento del despido. "Es fundamental poder ajustar las plantillas a la realidad", asegura Antonio Montiel, director general de Pikolin. "A nosotros no nos soluciona ninguno de nuestros problemas que los despidos sean a 33 ó a 25 días", afirma. Así, considera que abaratar el despido no va a favorecer la contratación, como asegura el Gobierno, ya que "las empresas contratan a gente cuando tienen trabajo, si no tienen trabajo para qué van a contratar". La posibilidad de cambiar la distribución de la jornada de trabajo sería una de las posibilidades que más ayudarían al fabricante de colchones. "Nos podemos encontrar con meses en los que sobra gente y meses en los que tendríamos que contratar más eventuales". Ahora confiesa que "ajustar la producción a la actividad es complicadísimo" y requiere una dura negociación con los sindicatos. El empresario ve "muy difícil" que otras novedades como la posibilidad de bajar los salarios se lleguen a aplicar. "Solo podría ser una solución en una empresa en pérdidas que se jugara su supervivencia", añade.


Sin cambios sustanciales


En la menor importancia del abaratamiento del despido coincide la responsable de Recursos Humanos de Saica, Pilar Franca. "Se ha centrado mucho el debate en el coste del despido y creo que ni es el problema fundamental ni la solución a los problemas". Además, considera la reforma "tardía" e "incompleta" y no aprecia "cambios sustanciales". Así, cree que el decreto tenía que haber llegado en 2007, antes de la crisis, para favorecer la flexibilidad del tiempo de trabajo, la polivalencia y empleabilidad y "se podrían haber evitado muchos despidos".


Critica que para las empresas en crecimiento no hay cambios "salvo el incremento del coste de indemnización por finalización de contratos temporales".


Para Franca, lo importante será ver el "impacto real" de la reforma y si cumple con el objetivo de generar confianza y movilización en el mercado laboral, "sino no conseguiremos generar empleo".


La responsable de la empresa papelera plantea una reforma del modelo de negociación colectiva para que las relaciones laborales "favorezcan la competitividad". También considera necesario este cambio Jorge Villarroya, presidente de la Asociación de Empresa Familiar de Aragón (Aefa). Hoy en día, "la negociación colectiva es una sinrazón", añade el también responsable de Industrias Químicas del Ebro (IQE).


"Todo lo que sea flexibilidad, bienvenido sea", destaca sobre la mejora de la movilidad geográfica o la reducción del tiempo de trabajo. "Nosotros tenemos actualmente un estrangulamiento de tal forma que casi no podemos ni mover a un trabajador de una planta a otra", afirma. Critica, sin embargo, que el Fogasa vaya a sufragar ocho días de algunas indemnizaciones por despido. Villarroya entiende que este cambio "desvirtúa" este fondo de garantía, dirigido a pagar a los trabajadores en casos de insolvencias. Perseguir el absentismo y evitar la rigidez de los contratos son algunas de las medidas que echa de menos.


Alivio a las pymes


Los efectos de la reforma en las pymes serán diferentes. El abaratamiento del despido será clave para las empresas con problemas, según Salvador Arenere, presidente de la Asociación de directivos ADEA-Club de Márketing. "La pyme en la que haya caído un 30% e incluso un 50% su nivel de facturación no podía hacer ajustes y reducir plantilla porque no tenía recursos para pagar las indemnizaciones", afirma. Ahora esta situación se alivia y evita que lleguen al límite "y cierren". En el corto plazo supondrá más paro, que entiende que se podrá asumir ya que se salvarán empresas. "Era urgentísima la reforma", concluye.