EMPLEO

Semana de crispación y lucha por el empleo en la industria aragonesa

Los puestos de trabajo de unos 400 aragoneses penden de los ERE que se negocian en cinco empresas, tres de ellas decididas a cerrar.

Un trabajador de Lear es reducido por la Guardia Civil el pasado jueves en Pedrola.
Semana de crispación y lucha por el empleo en la industria aragonesa
ANDRéS ATANCE

La semana que termina ha estado marcada por la crispación y un endurecimiento de los conflictos laborales en la comunidad. El empleo de unos 400 trabajadores aragoneses está pendiente de los cierres anunciados en las últimas semanas por Pipelife y Saint-Gobain, la lenta agonía de Pelbor, y los expedientes de regulación (ERE) en Lear e Industrias Hidráulicas Pardo. Los primeros pueden dejar en la calle, sin que haya alternativas sobre la mesa, a 260 trabajadores de Zaragoza, La Almunia y Calamocha. Los otros dos expedientes de autorizarse afectarían a casi un tercio de la plantilla de la auxiliar del automóvil de Épila (78 trabajadores) y del fabricante de camas y mobiliario para hospitales de Zaragoza (49 empleados).

Los conflictos tienen puntos en común. En todos los casos se trata de multinacionales o empresas de larga trayectoria como Pipelife o Pardo, que han pasado a manos de grupos internacionales. Entre las razones de las compañías, la crisis en los distintos sectores. La de la construcción habría tocado a Pipelife, fabricante de tuberías de plástico, y al vidrio para edificios de Saint-Gobain Solar Control. La caída de pedidos en el automóvil ha sido el argumento de la dirección de Lear Épila y el descenso del consumo, en el caso del matadero turolense.

La falta de interés de las compañías por encontrar alternativas de futuro ha sido denunciada en todos ellos por los comités de empresa, que creen que son decisiones motivadas por políticas del grupo y no tanto económicas. Ello unido a que, en la mayoría, la toma de decisiones se encuentra lejos, en el país de la matriz: en Francia, en el caso de Saint-Gobain; Austria, en Pipelife del grupo Solvay, o Estados Unidos, en Lear. Esto limita la capacidad de negociar.

El fantasma de la deslocalización sobrevuela en muchas ocasiones. En Saint-Gobain, a otra comunidad, ya que el vidrio reflectante para fachadas de edificios se traslada a la planta del grupo en Avilés. En Hewlett Packard Outsourcing y Consultoría en Zaragoza, que esta semana ha salido a protestar por 10 despidos de compañeros, la competencia está en Malasia y la India.

Además, la actitud de la dirección ha sido especialmente criticada en crisis como la de Pipelife, que optó esta semana por un cierre patronal y finalizar el diálogo con la plantilla sin que se hubieran acercado posturas; o la de Lear, cuyos directivos trabajaron en una nave alquilada para evitar los efectos de la huelga, según denunció el comité. Esto desencadenó un desagradable incidente con la Guardia Civil que terminó con dos trabajadores detenidos.

En los cierres, en todos se ha pedido la mediación del Gobierno de Aragón. El consejero de Industria, Arturo Aliaga, ha participado en reuniones entre directivos y trabajadores, pero nada ha podido hacer para cambiar la decisión de las multinacionales. Los sindicatos piden, al menos, que no se autoricen los expedientes para extinguir las plantillas. UGT exigía esta semana a las instituciones aragonesas "que sean firmes y contundentes" con los que demuestran "un desprecio total y absoluto hacia sus trabajadores", en relación a Pipelife. La Federación de Industrias Afines, FIA-UGT, pidió que el Ejecutivo vele por la "responsabilidad social" de multinacionales con beneficios que por una decisión de grupo quieren marcharse "impunemente".

Agenda de huelga y SAMA

La semana empieza con estos conflictos abiertos. La huelga en Lear Épila cumple mañana su cuarto día, tras la ampliación de siete a 13 días, hasta el 19 de noviembre. Su principal cliente, General Motors, ya ha avisado de que puede tener que recurrir a paros técnicos si deja de recibir asientos del Corsa, lo que afectaría a muchas otras empresas que trabajan para la factoría de Figueruelas. Por la mañana está citada la dirección y el comité a una nueva reunión en el Servicio Aragonés de Mediación y Arbitraje (SAMA). En ella la plantilla espera una respuesta ante la propuesta endurecida de que las indemnizaciones lleguen a 85 días por año.

También mañana, el centenar de empleados de Pipelife volverán a intentar entrar a trabajar, pese al cierre patronal.

El martes se hablará del futuro de sus 59 empleos en la planta de vidrio de La Almunia y el miércoles se inician las conversaciones de Industrias Pardo en el SAMA.

En Pelbor se agotan las posibilidades y el día 23 podría presentarse el concurso de acreedores ante un nuevo intento fallido de encontrar inversores. El invierno va a ser muy crudo.