Tres consejos del feng shui para conseguir una casa saludable

Dicen que esta ciencia milenaria china ayuda a mejorar la energía del hogar, ayudando a los inquilinos y propietarios a sentirse mejor física y mentalmente.

La posición de la cama respecta a la puerta y las ventanas es esencial en el feng shui.
La posición de la cama respecta a la puerta y las ventanas es esencial en el feng shui.
Timothy Buck

Uno de los mejores momentos para darle un giro a la decoración de casa es cuando llega el cambio de estación. Con el otoño, las primeras mantas junto al sofá y los textiles en colores cálidos comienzan a hacerse hueco en el salón y los dormitorios; complementos esenciales para la llegada de las bajas temperaturas que, sin embargo, conviene colocar adecuadamente para favorecer las buenas energías en el hogar. Así lo pone de manifiesto el feng shui: una ciencia china milenaria que estudia la organización del hogar para conseguir un espacio de tranquilidad que favorezca las buenas vibraciones de toda la familia.

Conocidas son algunas de sus teorías sobre la posición de la cama en el dormitorio (lejos de la puerta, nunca debajo de una ventana y tampoco frente a un espejo), la importancia de la madera en las estancias (pues aporta creatividad siempre que no sea en exceso) o la elección de las plantas en casa (sí a las flores y al bambú y no a los cactus, pues empobrecen las habitaiones). Una completa ciencia que estudia hasta el último detalle de la casa en pos de conseguir un hogar equilibrado donde las energías fluyan como deben. 

Feng shui en el hogar, ¿cómo lo consigo?

Menos, siempre es más. Lo primero que hay que hacer para conseguir que  en todas las estancias de casa se respire paz y tranquilidad es liberarlas de todo lo que sobra: exceso de cuadros, plantas, objetos variados a los que nunca le hemos concedido un espacio propio, cojines... Además, no hay que perder de vista la función de cada habitación, es decir, que hay que evitar convertir el salón en dormitorio y que quitar las televisiones de los cuartos de descanso, por ejemplo. Los olores (buenos), esenciales. En materia de feng shui ya no solo es importante que la casa huela bien, si no que el aroma transmita lo que cada inquilino desea o su estado de ánimo. Por ejemplo, la lavanda y la manzanilla ayudan a respirar paz interior, el incienso para relajarse y los aromas cítricos para 'tonificar' el ambiente. Y los que tengan tiempo pueden realizar el sahumerio (una limpieza etérea del espacio con incienso) para purificar las estancias y disfrutar de las buenas energías. Los colores, importan. Más allá de los gustos, esta ciencia china también tiene un amplio apartado sobre los colores y lo que nos transmiten en el hogar. Siempre que sea posible, es preferible decantarse por el rojo (que significa protección) antes que por el azul, pues se considera que puede despertar celos y envidias, cuando son objetos que van a ver nuestros vecinos. Si es para las paredes del salón, se aconseja hacer uso de la paleta de tonos tierra (beiges, cremas u ocres), pues ayudan a reforzar las relaciones familiares y aportan estabilidad; y si es para el dormitorio, tonos azules y blancos que aporten tranquilidad.Ir al suplemento de vivienda

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