La educación pública no está pasando por el mejor momento. La reciente subida de las tasas universitarias, la caída del número de becas y las escasas oportunidades laborales para los jóvenes egresados han pasado factura y cada vez son más los españoles que deciden viajar en busca de oportunidades. A esta cifra se suma una nueva tendencia, la que siguen aquellos que comienzan su carrera directamente en el extranjero ya que, en muchos países europeos, es más barata la matrícula y el coste de vida que la movilidad dentro de nuestro país.

Según un informe reciente de la Comisión Europea, la universidad española es la novena más cara de la UE, con unas tasas que se sitúan entre los 700 y los 2.000 euros por curso en primera matrícula y, respecto a la cobertura de becas, hasta doce países ofrecen mejores planes de ayudas económicas a los estudiantes.

De hecho, hasta en once de ellos las tasas son gratuitas, tal y como muestra el informe 'El coste de estudiar en Europa. Precios, becas, préstamos y otras ayudas al estudio en las universidades europeas (2013-14)', elaborado por el Observatorio del Sistema Universitario. Entre estos países se encuentran Austria, Dinamarca, Estonia, Finlandia, Grecia o Malta, entre otros.

No obstante, el informe recuerda que las diferencias entre países son excesivas, pues el precio máximo de un curso de grado puede oscilar entre los 7 euros de la República Checa y los 1.066 de Portugal, pasando por los 41 euros de Polonia o los 183 de Francia.

Diferencias importantes dentro de España

Estas variaciones entre países también se pueden observar dentro de España. Dependiendo de la Comunidad Autónoma en la que se decida estudiar, la carrera puede llegar a costar el doble, por no hablar del alojamiento, que puede llegar a triplicar su precio. Por ejemplo, y según datos del Ministerio de Educación, el coste medio de un crédito en Cataluña ronda los 33,5 euros, mientras que en Galicia el precio gira en torno a los 11,9, pasando por los 24 euros de Aragón.

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