Conflicto empresarial

BSH suspende el turno de noche y prescinde de 200 trabajadores

El turno de noche fue establecido por la empresa al inicio de las movilizaciones de la plantilla, el pasado otoño, a fin de adecuar la producción a la demanda existente.

La dirección de BSH Electrodomésticos España ha acordado suspender el turno de noche que se venía realizando desde meses atrás en sus instalaciones en Zaragoza y prescindir de 200 de los setecientos trabajadores eventuales que emplea.


Así lo ha asegurado el presidente del comité de empresa, José María Pérez, quien ha vinculado la medida a la recuperación durante el mes de enero de los pedidos que habían quedado atrasados a causa la huelga motivada por la falta de acuerdo con la dirección del grupo en torno al convenio colectivo.


El turno de noche fue establecido por la empresa al inicio de las movilizaciones de la plantilla, el pasado otoño, a fin de adecuar la producción a la demanda existente.


Pérez ha explicado que la intensificación de la producción durante el pasado mes de enero ha permitido a la empresa cumplir con los pedidos atrasados, situación a la que se suma el descenso de producción que se produce cada año entre los meses de enero y mayo.


Los representantes sindicales de la plantilla han sido informados de la decisión de la empresa en torno a los eventuales, que disponían de contratos renovables de no más de un mes de duración, durante una de las reuniones convocadas para desbloquear el convenio colectivo de 2011.


El representante sindical ha comentado que la empresa, ante la disparidad de las posiciones mantenidas entre las partes, ha informado de su decisión de tomarse un plazo de tiempo para "reflexionar" en torno a las negociaciones.


José María Pérez se ha mostrado convencido de que la intención de la empresa es esperar a conocer el alcance de la reforma laboral anunciada por el Gobierno de Mariano Rajoy, y las medidas de "flexibilidad" en la contratación que se establecerán.


Los trabajadores reclaman un incremento salarial ajustado a las previsiones de aumento del IPC, en torno al tres por ciento, y su consolidación en las tablas salariales, una propuesta que los sindicatos consideran asumible dado que el grupo obtuvo en 2010 unos beneficios de 74 millones de euros después de impuestos.


Rechazan, por esta razón, la propuesta de la empresa de supeditar los incrementos salariales a los potenciales beneficios a obtener en futuros ejercicios al entender que no quedarían incorporados a las tablas y no se garantizaría así el mantenimiento del poder adquisitivo de los trabajadores.


El segundo punto en conflicto es la propuesta de la empresa de reducir de forma significativa los salarios a los nuevos trabajadores que se incorporen a la plantilla tras la aprobación del convenio.