Los economistas advierten de una ralentización económica por el desplome del consumo

El Consejo General de Economistas elevan medio punto la previsión de inflación de este año hasta el 3,5% por la subida del petróleo y avisan que de el ahorro de las familias se dirige a pagar deudas y a la prevención.

Abre un supermercado en Arcosur.
Una clienta en un supermercado de Zaragoza.
P. L.

Los ahorros que le quedan a las familias españolas van a menos debido a la elevada inflación que sufren los hogares desde hace casi dos años, pero actualmente ya se están dedicando a amortizar deudas y a la prevención, en lugar de dirigirlos al consumo y a la inversión como ocurrió en meses anteriores. El Consejo General de Economistas (CGE) advierte de que este debilitamiento de la demanda -que se hará más patente en el último trimestre del año- y una menor contribución de las exportaciones por la creciente debilidad de los países europeos ponen en peligro el crecimiento económico esperado.

Así, aunque para el cierre del año los economistas mantienen sus previsiones de crecimiento del PIB en el 2,3% -en la misma línea que el propio Gobierno, el Banco de España y las últimas estimaciones de la OCDE- hacen hincapié en su informe presentado este lunes en que el cambio de tendencia en la recaudación puede tener efectos negativos en el déficit de las cuentas públicas a final de año. Actualmente sus estimaciones prevén que el déficit se sitúe entre el 3,8% y el 4% en 2023 y la deuda pública supere el 110%.

Por ello, apuntan hacia una ralentización de la economía, cuya "falta de vigor" augura que 2024 el crecimiento sea bastante menor que el de 2023. Por ello, piden una agenda reformista sobre las principales palancas de cambio, con la formación, digitalización y sostenibilidad sean los ejes esenciales, además del "muy necesario" crédito a las empresas.

Una de las razones fundamentalmente del desplome del consumo es el aumento de los precios. De hecho, los economistas han disparado su previsión de inflación para este año hasta el 3,5%, medio punto más que en su informe anterior y alineándose con la estimación del Banco de España. Entre los principales motivos de este aumento del IPC están la subida del precio del petróleo, del que la economía española es muy dependiente -señalaron-, y el fortalecimiento del dólar frente al euro, que perjudica las importaciones españolas de crudo.

El presidente del CGE, Valentín Pich, explicó durante la presentación del informe que aunque la economía española tendrá este año un mayor crecimiento que la de sus homólogos europeos, "este crecimiento no tiene ni la intensidad ni el vigor que debería, por lo que se hace muy necesaria la estabilización política e institucional que ayude a que tanto el cierre de este ejercicio, como sobre todo las previsiones de 2024, no hagan que se confirme la tendencia a la baja que el análisis efectuado y los indicadores nos ponen de manifiesto en el medio plazo".

También intervino la consejera delegada del ICEX España, María Peña, quien aseguró que cada vez son más las pymes que se deciden a internacionalizar su negocio, sobre todo debido al contexto de digitalización que facilita el proceso.

A nivel de renta de los hogares, el presidente de la Comisión Financiera del CGE, Antonio Pedraza, destacó que aunque está creciendo por los buenos datos de empleo de la temporada estival, el poder adquisitivo cae por la inflación, los altos intereses y la imposición indirecta. Por ello, señaló que "se echan en falta algunos proyectos de carácter estructural en los nuevos fondos solicitados a Europa, por ejemplo, aquellos destinados a resolver a nivel nacional el problema que plantea la escasez de agua, estando activo un Plan Hidrológico Nacional desfasado ante la nueva problemática".

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