Los productores de azafrán estiman la mitad de cosecha en Aragón por la sequía

Prevén una recolección de 25 kilos de frente a los 50 de un año normal

Carlos Esteban, en una envasadora en Blancas (Teruel).
Carlos Esteban, en una envasadora en Blancas (Teruel).
S. E.

Un año climatológicamente adverso, en el que "todo ha ido al revés de lo normal", hará que previsiblemente se recoja la mitad de cosecha de azafrán que otros años. Lo dice el productor José Antonio Esteban, de la empresa familiar La Carrasca, ubicada en el municipio turolense de Blancas, el primero, recuerda, que introdujo el cultivo ecológico de esta planta en Europa.

"Esta pérdida de cosecha no se arregla aunque ahora llueva", afirma Esteban, fundador y expresidente de la Asociación de productores del azafrán del Jiloca (Azaji). "La flor se forma a finales de marzo, pero como no hubo lluvias en primavera, que es cuando el bulbo podría haber chupado más agua, lo que ha ocurrido es que se ha quedado más pequeño y por tanto echará menos flor"

La flor del azafrán en los campos de la comarca del Jiloca.
La flor del azafrán en los campos de la comarca del Jiloca.
S. E.

Aunque el azafrán sea una planta de secano, explica, "lo que normalmente hacen las lluvias de primavera es conseguir que haya a final de junio un buen tempero en la tierra y que así la planta se aletargue en verano, se refresque con alguna tormenta en agosto y las lluvias de otoño» para dar una cosecha óptima, que suele ser de unos 80 kilos en Aragón en un buen año, 50 en uno normal y 25 en uno malo como va a ser este.

"El ciclo natural del cultivo se ha roto con la sequía", apunta, por lo que estima que habrá un 50% menos de cosecha, sobre todo en la comarca del Jiloca, donde se concentra gran parte de la producción en Aragón. En su caso, la tiene en Blancas, a unos 1.000 metros sobre el nivel del mar, pero hay otros productores en Monreal, Fuentes Claras y Calamocha. También en la comarca del Matarraña (Teruel) y la zona de Benabarre (Huesca).

La recolección suele empezar a final de octubre. "Una hectárea en un año bueno suele dar unos 8 kilos, pero este año que ni siquiera ha sido normal, nos quedaremos en 2,5 kilos", calcula. Su preocupación ahora es que seguramente no podrán atender la demanda de clientes internacionales ya que exportan el 60% de lo que producen. 

El problema, añade, lo tiene no solo Aragón sino Castilla-La Mancha. "Creo que lo que ocurrirá es que nuestro competidor iraní se quedará con parte de nuestros clientes este año dada la menor producción", lamenta. Además, «se va a encarecer el azafrán», anticipa, pero su mayor precio -está el gramo de 7 a 10 euros en la actualidad en función de si es ecológico o no-, "no va a compensar las pérdidas", dado que este cultivo quedó fuera del decreto de ayudas por la sequía aunque se está trabajando en incluirlo este año.

"Aquí en Blancas el azafrán se ha cultivado siempre. Mi padre se compró su primer coche vendiendo la cosecha de un año. Este cultivo ha sido básico para el desarrollo de nuestro pueblo", con 123 vecinos censados cuando en su niñez, recuerda, eran 1.000. Le daba pena que se perdiera esta forma de vida y de ahí la apuesta por mantener la empresa familiar y hacerla crecer especializándose en azafrán ecológico que comercializan con la marca ‘La Sabina’ milenaria de Blancas, aunque ya no solo es azafrán sino miel, queso o chocolate lo que distribuyen y también sin el sello de ecológico con la marca La Carrasca.

Con envasadora propia para evitar que el valor añadido se vaya fuera, asegura que su hijo, Carlos, ha sido pieza clave para lograr que la mayor parte de su cosecha se venda sobre todo en el Reino Unido, Francia y Alemania.

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