«No hay paja y en lo que queda de año no la vamos a ver bajar de los 120 euros/tonelada». Es la advertencia que lanzó ayer Roberto Estarán, ganadero de vacuno de cebo (terneros de engorde) y responsable de UAGA en la Comarca de la Litera. 

«La viabilidad de muchas explotaciones ganaderas puede verse amenazada porque con estos precios, el triple de los del año pasado (45 euros la tonelada) estamos trabajando a pérdidas», afirmó. En su caso, como dueño de una explotación de 500 terneros ese sobrecoste de 80 euros por tonelada supone pagar a final de año 40.000 euros de más.

Además del precio, añadió,«el mayor problema es la poca que hay en toda España. Por la sequía apenas ha habido siembras de cereal en verano y eso significa que no habrá paja y se puede llegar a pagar a 220 euros, algo insostenible».

La mayoría de explotaciones ganaderas, explicó Estarán –situadas en Binéfar y Monzón con un total de 120.000 terneros, se gestionan con contratos de integración, es decir, que el propietario de la granja pone sus instalaciones y la labor de cuidado de los terneros a cambio de una contraprestación por parte del integrador, en función de la cantidad y días de estancia de los animales. 

«Lo que está ocurriendo es que al ganadero le pagan entre 27 y 30 céntimos por ternero y día y a él la paja, para alimento y cama, le supone entre 40 y 42 céntimos con lo que pierde 6 céntimos por animal y día».

Desde UAGA, que ha solicitado una reunión con el nuevo consejero de Agricultura, piden, ya que el 80% del coste de integración del ternero es la compra de paja, que se den ayudas por ternero, igual que se hizo con los pollos y gallinas ante el elevado coste energético por la guerra en Ucrania.

«A los ganaderos nos dejaron fuera de las ayudas por sequía y las explotaciones de hasta 200 terneros se han quedado también sin ayuda de la PAC y encima ahora falta paja». Estarán reclamó al Gobierno que presione a las grandes empresas integradoras para que asuman parte del coste de los insumos y que lleguen ayudas o de lo contrario, avisó, mucha granja integrada no va a poder continuar. 

«Hay ganaderos que se han ido apañando y usando estiércol seco recubierto de forraje para los terneros, pero eso da mucho más trabajo» y no resuelve el problema de carestía y escasez de la paja que irá a más», anticipó Estarán.

«Ha salido entre un 70% y 80% menos de producción de paja en Aragón que el año pasado», señaló José Luis Ballarín, al frente de una empresa vendedora de paja desde 1998. «Nunca había visto una situación así». Y advirtió que como no se traiga paja de Francia o se adopte alguna solución «con estos precios se va a ver de todo y muchas explotaciones de terneros de engorde se plantearán quitarse los animales».