Unai Sordo reivindica en Morillo de Tou un nuevo contrato social para el siglo XXI

CC. OO. defiende la participación de sindicatos y empresarios en la política.

Unai Sordo y Manuel Pina, dirigentes de CC. OO., y Enrique Pueyo, alcalde de Aínsa.
Unai Sordo y Manuel Pina, dirigentes de CC. OO., y Enrique Pueyo, alcalde de Aínsa.
CC. OO.

A CC. OO. Aragón le pilló con el pie cambiado la convocatoria de elecciones generales para el próximo 23 de julio anunciada por el presidente Pedro Sánchez el 29 de mayo pasado. Tenía preparada la celebración de su escuela sindical en Morillo de Tou (Aínsa) para estos días de junio (del 12 al 14), pero la situación ha cambiado. Por un lado, según han reconocido este lunes desde la organización, por un resultado en los comicios autonómicos y municipales que no esperaban. Y, por otro, porque todo puede cambiar aún más el 23-J. En todo caso, vale la pena reivindicar la importancia de un contrato social basado en el estado de bienestar que debe prolongarse en el siglo XXI actual.

«El contrato social es un elemento de absoluta vigencia porque detrás de los movimientos geopolíticos que hay en el mundo y del ruido político que hay en Europa y en España está el debate de cómo se reconstruyen las sociedades tras la crisis que hemos vivido en los últimos 15 años», ha apuntado en Morillo Unai Sordo, secretario general de Comisiones Obreras. En su opinión, la disyuntiva con el contrato social del siglo XXI está en torno a «una sociedad que salva contingencias o problemas en común o si vamos a un modelo despiadado donde se debilita ese contrato social, se privatizan los servicios públicos y se lanza un mensaje de sálvese quien pueda».

"Para CC. OO., un contrato social requiere de servicios públicos, reforzar la educación pública, las pensiones, blindar las protecciones para las personas desempleadas o incorporar nuevas facetas, como remodelar la estrategia de los cuidados", precisó Sordo. Tras reconocer el valor de la nueva reforma laboral o la subida del salario mínimo, el líder sindical indicó que «el gran retro» ahora es «recuperar elementos de protección para mayorías sociales que tienen que pasar por los servicios públicos, la fiscalidad suficiente y progresiva y por la distribución de los salarios a las mayorías sociales».

Manuel Pina, secretario general de CC. OO. Aragón, ha señalado por su parte que el contrato social «debe ampliarse más», incluyendo la negociación colectiva en el estado de bienestar. En declaraciones a este diario, el líder regional del sindicato ha subrayado que en el contexto político en el que nos encontramos en la actualidad hay que poner en valor el diálogo social, en particular por su buen funcionamiento en Aragón. «Estamos pidiendo al PP que mantenga esta seña de identidad aragonesa y que siga contando con el concurso de sindicatos y empresarios para llevar adelante sus políticas», ha dicho también antes de preocuparse por el ascenso de Vox e incluso por la posibilidad de que entre en las instituciones. Sin mencionarlo, Pina ha reseñado la aparición de «un partido que nos niega la legitimidad a los agentes sociales porque cree que los agentes sociales no tenemos nada que decir sobre cuestiones políticas y que incluso niega el autogobierno». Y ha remachado: «Nos niegan el pan y la sal».

Pina ha reconocido que el papel que Vox pueda tener ahora no se despejará hasta después de las elecciones generales, pero que en todo caso CC. OO. defenderá un contrato social que incluya herramientas de protección social que se han demostrado útiles, como las articuladas durante la pandemia, defendidas también por los empresarios.

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