Patronal y sindicatos de Aragón piden al Estado un mayor esfuerzo para sacar adelante un pacto de rentas

Reclaman que recorte sus gastos, incluya a los funcionarios, revise la fiscalidad y amplíe ayudas. 

CEOE, Cepyme y la DGA avisan de la afección que tendrá la subida de tipos en la economía local.
CEOE, Cepyme y la DGA avisan de la afección que tendrá la subida de tipos en la economía local.
Guillermo Mestre

La inflación por encima del 10%, el precio de la energía y el gas disparado, una subida histórica del 0,75% en los tipos de interés que sitúa el euríbor por encima del 2%... Estos son los problemas que amenazan la economía aragonesa, y frente a los que la Mesa del Diálogo Social, que se volvió a reunir este viernes, solo puede buscar soluciones para mitigar las consecuencias. Y entre ellas estaría el pacto de rentas, para el que la patronal y los sindicatos aragoneses reclaman un mayor esfuerzo del Estado. CEOE-Aragón pide al Gobierno de Pedro Sánchez que recorte sus gastos, incluya a la oposición e implique a funcionarios y jubilados; Cepyme, que se amplíe a más agentes sociales; UGT, que mejore las políticas públicas; CC. OO., que se hable también de beneficios empresariales, fiscalidad, ayudas a los sectores más afectados y protección a los vulnerables. Comparten todos ellos con el presidente de Aragón, Javier Lambán, que podría ser la solución. Pero dejando claro que un pacto de rentas no se limita a un pacto de salarios, sino que debería ir mucho más allá.

La subida de tipos, con la que se busca contener la inflación, afectará a la economía regional. Lo reconoció Miguel Marzo, presidente de CEOE-Aragón, que recordó: "Las empresas estamos endeudadas y desde 2008 solo hemos tenido dos años de tranquilidad. Las deudas hay que pagarlas y no es lo mismo hacerlo a un interés que a otro". Aunque es la fórmula que siempre se ha manejado, expresó sus dudas sobre el efecto que tendrá a la hora de contener la inflación. "Viene un poco tarde, Estados Unidos empezó hace más de un año", lamentó.

María Jesús Lorente, presidenta de Cepyme-Aragón, explicó que a partir de ahora para las empresas que necesitan financiación "va a ser más caro pedir un préstamo y línea de crédito". Compartió con Marzo que "llega tarde" la decisión que adoptó el Banco Central Europeo (BCE).

A mayor coste del dinero, menor consumo, y también menor recaudación; lo que llevó a Lambán a reconocer que se reflejará en el presupuesto para 2023 de la DGA. "Qué le vamos a hacer", lamentó, si bien quiso poner en valor que, de haberse seguido la estrategia de 2008, la subida habría llegado al 3% o 4%.

Los fondos europeos podrían ayudar a las empresas a afrontar con más garantías el futuro. "Los necesitamos. Hay muchas inversiones que se han paralizado porque se pensaba que iban a ser cofinanciadas con fondos europeos", explicó Marzo. Y aunque permitirían a algunas empresas "salir del atolladero", lamentó que siguen sin llegar. "Es un dinero que nos puede ayudar muchísimo, pero si sabemos cómo lo tenemos que gestionar", zanjó.

Si cuando la economía iba bien la Mesa del Diálogo era importante, en un momento plagado de incertidumbres resulta vital. Así lo estimó Lambán, que se ofreció a ser interlocutor de los agentes sociales y percutor para trasladar sus demandas al Gobierno de España, como ha hecho con el problema de la plantas de cogeneración, al haber sido excluidas de las ayudas al gas. Aseguró el presidente que su Ejecutivo "siempre" ha tenido claro que se debe a la Comunidad y a sus empresas, incluso "antes de secundar políticas de cualquier gobierno que nos puedan parecer injustas".

Abogó por el diálogo para tratar de vadear una "difícil situación" que se ha generado a consecuencia de la guerra de Ucrania. Y defendió que la economía aragonesa tiene "sólidos fundamentos", entre los que citó el talento, la creatividad, la iniciativa de los empresarios y el empuje sindical, valores todos ellos que animó a preservar.

Que estamos lejos de disfrutar de días de vino y rosas todos lo dejaron claro. A pesar de la incertidumbre, Lorente abogó por no perder la calma y por trabajar con visión de futuro, teniendo claro dónde hay que ir y dónde estar. Advirtió que, aunque hay sectores en una situación peor, el problema energético afecta a todos y el efecto de las medidas de la Comunidad, el país y Europa no verán sus frutos hasta dentro de cuatro o cinco años.

Daniel Alastuey y Manuel Pinal, de UGT y CC. OO. en Aragón, insistieron en la importancia de avanzar en la negociación colectiva. La situación difiere según el sector. Cuando los trabajadores están organizados, se logra mantener el poder adquisitivo; si no, acaban "precarizados", señaló Alastuey. Pina recalcó que los acuerdos en la negociación colectiva funcionan como un paraguas que es siempre más importante "para los débiles que para los fuertes". Ninguno aclaró si se librará Aragón, por su capacidad de diálogo, de un otoño caliente. Con el tiempo se verá.

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