Vitivinicultura
La D. O. Campo de Borja espera vender este año 17 millones de botellas y recuperar en 2023 las cifras prepandemia
La Denominación de Origen recupera, tras dos años de parón obligado por la pandemia, su XVIII Muestra de la Garnacha, en la que 12 bodegas muestran hoy sus vinos más emblemáticos y los últimas novedades.
El mercado del vino todavía no ha recuperado el ritmo que perdió con la pandemia de la covid. Lo saben bien en la Denominación de Origen Campo de Borja que, aunque en este 2022 espera ir mejorando las cifras de comercialización todavía sus ventas se situarán por debajo de los niveles de los años anteriores al complicado 2020.
Lo ha explicado este jueves el presidente del consejo regulador, Eduardo Ibáñez, que ha detallado que aunque en estos primeros cinco meses el ritmo de ventas es un 5% inferior al del pasado ejercicio, esperan mejores resultados en los próximos meses hasta alcanzar una cifra total de 17 millones de botellas comercializadas. La cifra será así superior a aquellos 14 millones de botellas a los que la covid rebajo las ventas de esta denominación situada a los pies del Moncayo.
Las expectativas van, sin embargo, al alza, ya que, ha detallado Ibáñez, se espera que sea en 2023 cuando la D. O. recupere sus cifras habituales “aquellas que conseguía en los años 2018 y 2019” y que se alzaban hasta los 21 millones de botellas comercializadas.
Ibáñez ha insistido en que ha sido la pandemia, y en especial las restricciones impuestas para frenar la covid, la responsable de este descenso, porque, como ha explicado, la guerra de Ucrania “no está teniendo mucho impacto porque estos países no son mercados principales de las bodegas de la denominación de origen, que tienen a sus mejores clientes en el continente americano, con Estados Unidos a la cabeza.
El presidente del consejero regulador de la denominación de origen ha ofrecido estos datos durante la inauguración de las XVIII Muestra de la Garnacha, una cita enológica para los amantes de los vinos elaborados con esta variedad de uva autóctona en la que 12 bodegas de la D. O. muestran hoy durante todo el día sus referencias más emblemáticas pero también sus caldos más novedosos. La jornada, dirigida a todos los públicos, ha comenzado a las 12.00 en el espacio Aura de la capital aragonesa, donde se prolongará durante todo el día. El precio de la entrada es de 12 euros y en ella se incluyen 10 puntos para canjear por copas de vino, que pueden acompañarse también con tapas elaboradas en la cocina del Aura para lo que hay que adquirir bonos de entre 5 y 10 euros.
La Muestra, en cuya inauguración ha participado la Coral Turiasonense representando (con cánticos incluidos) a aquellos monjes cistercienses que elaboran sus propios vinos en el Monasterio de Veruela, ha acogido también la propuestas turísticas de Alimentos de Aragón, la Ruta de la Garnacha, el Museo del Vino del Monasterio de Veruela. Y como novedad la Muestra de Garnacha de este año incluye además una ‘Wine experience’ que comenzará a las 20.00 en la discoteca Supernova y en la que, con un aforo limitado a 100 personas, se realizará una experiencia basada en las cuatro notas de los matices de la garnacha y en un clima sorprendente.
“Ya teníamos ganas de volver con una muestra, de presentar los vinos de nuestras bodegas, cuyos numerosos premios han hecho que la D. O. Campo de Borja sea la denominación más galardonada del mundo”, señaló Ibañez, que aprovechó la presencia en el acto del consejero de Agricultura, Joaquín Olona, para pedirle colaboración en su proyecto de garnachas viejas del mundo. Este proyecto, con el que pretende disponer de un registro de las viñas viejas de garnacha tanto de Campo de Borja, como de Aragón y de España, incluye el acondicionamiento de la sede de la denominación para albergar dicho registro y disponer de un museo.
"A contracorriente"
A las viñas viejas se ha referido también Olona, que ha insistido en que una vez recuperada la variedad garnacha, en la que Campo de Borja fue un “decidido visionario”, toca ahora apostar por recuperar los viñedos centenarios. Y ahí es donde ha pedido la ayuda a los responsables de la denominación de origen porque, ha señalado, “defender esto es ir a contracorriente de lo se está haciendo en España”, donde los planes de reconversión varietal del viñedo están desincentivando la continuidad de las viejas cepas.
