Pipas Mañicas: un producto que suena y sabe a Aragón

Se trata de la última apuesta de la empresa aragonesa Iberdulces, fundada hace 35 años y la cual trabaja con más de 2.500 referencias. Esta es la primera, dicen, que nace "del corazón".

El equipo de Iberdulces Aragón
El equipo de Iberdulces Aragón
Camino Ivars

De nuevo, esta es una historia de amor por la tierra y por la cultura de Aragón, en esta ocasión -porque el amor no entiende de fronteras- en formato de ‘snack’. La de Pipas Mañicas es otra de esas aventuras fraguadas en tiempos de pandemia, pero que no han impedido a sus precursores el lanzarse a emprender. "Hemos tenido mucho más tiempo y nos ha servido para darle una vuelta a cosas que antes pasaban inadvertidas"; reconoce José María Franco Catalán, gerente de Iberdulces Aragón.

La empresa, fundada hace 35 años en la capital aragonesa, en concreto en Cadrete, se trata de una distribuidora de alimentación especializada en el sector de los frutos secos y los 'snacks' que trabaja con más de 2.500 referencias, todas ellas de primeras marcas. Aunque alguna vez han lanzado productos de creación propia, Pipas Mañicas es la primera que nace, dicen, "del corazón".

"Queríamos crear un producto pensado para el público aragonés, que reflejase la personalidad de nuestra tierra y estuviese adaptado a los gustos de la región", afirma José María. Un snack que pretende realzar lo más significativo de la tierra: "Es nuestra manera de homenajearla y de que todos podamos apreciar lo maravilloso de esta comunidad". Por eso, se han centrado en darle una identidad 100% local, logrando un producto que suena y sabe a Aragón.

"Queríamos crear un producto pensado para el público aragonés, que reflejase la personalidad de nuestra tierra y estuviese adaptado a los gustos de la región"

"Para el desarrollo del 'packaging' -uno de sus elementos más identificativos- hemos tomado como referencia la famosa arquitectura mudéjar, presente en la mayoría de las construcciones emblemáticas de la comunidad aragonesa, en las que combina ladrillo con incrustaciones esmaltadas, cuya forma más representativa es la estrella mudéjar. El arte mudéjar se ha combinado con una tipografía utilizada en la cerámica clásica que se usa en plazas y calles, siendo el foco principal de nuestro diseño", explica.

De forma paralela, en sus redes sociales, realizan publicaciones periódicas con algunas leyendas o datos curiosos de Aragón, donde podemos encontrar historias como la leyenda del barón de Espés, o los diferentes usos que ha tenido el Palacio de la Aljafería a lo largo de los años, reivindicando a su vez figuras históricas como María Moliner, Luis Buñuel o Pablo Serrano, entre otros.

José María Franco Catalán, en la sede de Iberdulces Aragón
José María Franco Catalán, en la sede de Iberdulces Aragón
C. Ivars

‘Saladicas’ o ‘Sin nadica de sal’

Además, este producto, presente ya en 1.800 puntos de venta de todo Aragón, se comercializa en dos formatos. "Hemos sido conservadores y hemos desarrollado dos versiones: las pipas saladas clásicas, las de toda la vida, que son las preferidas por la mayoría de los consumidores y que hemos llamado ‘Saladicas’, y una versión sin sal añadida – o, mejor dicho, ‘Sin nadica de sal’-, sin colorantes, sin aditivos, sin conservantes, pensando en un público que busca el producto al natural"; añade.

Y no solo eso, sino que, cada bolsa de pipas -tanto con sal como sin- cuenta en su parte posterior con una "bolsica para cáscaras" adherida, convirtiéndolo en un producto cero residuos. "Por un Aragón escoscadico, utilízame", afirma una nota incluida al final del envase.

Además, en cada bolsa, podemos encontrar una copla aragonesa que dice así: "De Monte Perdido al Ebro, y con el Cierzo a espaldas bajé hasta la villa de los amantes, mocica ella baturro él. En esta bolsa yo fui guardando, tambores, gigantes y unas joticas, que en Pilares yo te las canto, no sin mi bolsa de pipas…"

Producto de la pandemia

Comenzaron a trabajar en sus Mañicas en noviembre de 2020, y tras seis meses de trabajo decidieron lanzarlas al mercado, logrando una gran aceptación entre los aragoneses. A pesar de que, efectivamente, se trata de un producto que nace de la pandemia, aseguran que esta ha trastocado la actividad de muy diversos sectores de todo tipo, si bien es cierto que el de la alimentación no ha parado. 

Además, en el caso de Iberdulces, la empresa aragonesa forma parte de una unión de marcas a nivel nacional, Lekkerland España, la cual actualmente preside el mismo José María. "Obviamente, para nosotros este último año y medio ha sido un reto. Es verdad que no hemos parado, pero a nivel personal la situación nos ha afectado a todos por igual y la incertidumbre ha estado ahí para todos", admite.

Por eso, el hecho de crear un nuevo producto en forma de homenaje a sus raíces y a la tierra, ha sido una manera de devolverle al territorio parte de lo que les ha dado durante todo este tiempo. "Trabajamos con marcas de toda España y del mundo, queríamos tener algo nuestro, reivindicar nuestra cultura y hacer algo muy nuestro. Este es el objetivo de nuestras Mañicas".

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