Después de cuatro reuniones entre Ibercaja y los sindicatos, la entidad financiera dio por terminado ayer el periodo informal de negociaciones del expediente de regulación de empleo (ERE) anunciado el mes pasado que incluye el recorte de 686 empleos y el cierre de 160 oficinas entre este año y 2018. En los próximos días se abrirá el periodo ordinario de negociación fijado en 30 días más.

"No han aportado ningún dato nuevo", lamentó ayer Victoria Camarena, portavoz de la sección sindical de UGT. Mantuvo que en estas semanas solo se ha dado información "genérica", "sesgada" e "interesada" y "no se ha acreditado la necesidad del ERE", que afecta a alrededor del 13% de la plantilla y sucursales. Insistió en que los representantes de los trabajadores necesitan "la misma información que ha tenido la dirección". De ahí que no hayan formulado una contrapropuesta. Criticó que la entidad no ha mostrado "ninguna voluntad negociadora" y que se ha tomado este periodo como un "mero trámite". En este último aspecto coincidieron los otros portavoces.

Miguel Ángel Villalba, desde CC. OO., mantuvo que "no queda justificado ni un solo despido con la información que nos dan". Esta fue la conclusión de la contrapropuesta que presentó el sindicato basándose en los datos públicos de la entidad. En caso de ajuste defienden que sea "no traumático, progresivo, diferido en el tiempo y respetuoso con las personas".

Del ajuste ha trascendido que de las sucursales que se cerrarán 55 están en Aragón, 32 en Extremadura, 30 en La Rioja y Guadalajara; 16 en el arco mediterráneo (Valencia, Cataluña y Baleares); 15 en en Castilla y León y 12 en Madrid. De la reducción de 686 empleos, 532 corresponderán a las oficinas y 154 a los servicios centrales. De ellos, 250 serían bajas por edad, para los empleados nacidos entre 1958 y 1959. Aumentar este colectivo fue una de las propuestas de Csica para reducir los efectos del ERE. Su portavoz, Pedro Royo, coincidió en que ha sido una "negociación sin datos".

Desde la asociación de cuadros ACI, esperaron que en la próxima reunión, la primera del periodo de consultas, "nos entreguen la documentación". Reconocieron que "hemos perdido 15 días", pero consideraron que es habitual en estos procesos de negociación.

"No vamos a aceptar despidos forzosos", añadió Gonzalo Postigo desde Asipa-CIC, que dijo que "no tenemos información suficiente" para hacer propuestas.

CGT vio una "contradicción muy grande" entre lo que les han trasladado verbalmente y los buenos resultados del banco.