El Banco Santander y Banesto han alcanzado este viernes un acuerdo laboral con los sindicatos en el que se fijan las condiciones de los trabajadores en el proceso de integración de ambas entidades, que contempla prejubilaciones voluntarias con un 80% del salario bruto.

Según han informado fuentes sindicales, el acuerdo establece que los trabajadores del sector administrativo podrán acogerse a una prejubilación con un 80% del salario bruto utilizado para calcular la pensión, más un cuarto de la paga de agosto.

En el caso de los directivos, el acuerdo establece prejubilaciones con un 76% del salario bruto, más el 50% del complemento voluntario y un cuarto de la paga.

A estas prejubilaciones podrán acogerse los trabajadores a partir de los 58 años (55 años en Madrid).

Bajas incentivadas

Además, el acuerdo contempla el pago de 50 días por año trabajado en el caso de las bajas incentivadas, con un máximo de 42 mensualidades.

También establece que no se descontará la Seguridad Social a cargo del trabajador, y la totalidad del Convenio Especial de la Seguridad Social será a cargo de la empresa hasta la edad de jubilación, según Comfia-CCOO.

Asimismo se mantendrán las aportaciones al Plan de Pensiones o al Plan de Previsión Social Empresarial hasta la edad de jubilación.

El sindicato también ha explicado que se introduce una cláusula de garantías para cubrir la eventualidad de que alcanzada la edad de jubilación pactada, ésta no sea posible legalmente.

Comfia-CCOO ha añadido que las entidades se han comprometido ha iniciar conversaciones con los sindicatos para abordar las condiciones de los traspasos de personal a las entidades de Grupo Santander, en caso de que se produzcan.

Todas las condiciones acordadas serán de aplicación también a la plantilla de Banif.

Las ofertas podrán comenzar de inmediato, incluso antes de la fusión legal de las entidades.

Una reestructuración "ordenada"

Comfia-CCOO aplaude el acuerdo alcanzado, que garantiza la voluntariedad de las medidas, conforma un conjunto de condiciones equilibrado y razonable en la situación actual, y permitirá una reestructuración ordenada y no traumática de la plantilla resultante de la fusión.

Por su parte, UGT ha valorado el acuerdo atendiendo a las circunstancias excepcionales que vive el sector.

El pasado 17 de diciembre, el banco que preside Emilio Botín anunció la integración en el grupo de sus filiales Banesto y Banif, lo que conllevará el cierre de unas 700 oficinas de la red conjunta de las tres entidades antes de finales de 2014 y el ahorro de 520 millones en tres años.

Un mes después, el 15 de enero, el Santander y los sindicatos acordaron un protocolo de fusión que garantizaba el empleo de la plantilla tras la integración de Banesto.

De esta manera, se acordaba que la reducción de plantilla se llevaría a cabo con medidas "no traumáticas", como bajas incentivadas o prejubilaciones.