Con la victoria ante el Manresa en el bolsillo y los últimos segundos discurriendo por el cronómetro, José Luis Abós miró hacia el banquillo y mandó llamar al joven Nikola Rakocevic para ofrecerle su debut en ACB.

Pasaron unos segundos hasta que se pudo efectuar el cambio, por lo que el serbio pisó el parqué del Príncipe Felipe cuando ya restaba menos de un minuto para la conclusión del encuentro. Como ya ocurriese con Jorge Cano hace dos jornadas, el base, de 20 años, fue recibido con aplausos por el Príncipe Felipe. Uno de esos pequeños privilegios, el gozo en el detalle, que otorga el haber logrado matemáticamente, y con gran holgura, el objetivo global de la temporada. La manera de transformar los llamados minutos de la basura en tiempo útil, productivo y con un toque de ilusión.

Su participación no pudo ofrecerle su primera canasta entre los grandes, aunque si le dio tiempo a sumar una asistencia. Con el balón en sus manos y la última posesión del encuentro agotándose, decidió doblar el esférico naranja a una esquina, donde Van Rossom anotó un triple que supuso el punto final al partido. Antes, Chubb había realizado un monstruoso mate que ha sido elegido por la ACB como la mejor jugada de la jornada.

Jugador vinculado

Rakocevic tiene ficha con el Monte Ducay Olivar de liga EBA, equipo vinculado al club rojillo en el que también milita, entre otros, Rogelio Legasa, que a sus 37 años llegó a subir brevemente al primer equipo para paliar los problemas físicos que arrastraba la rotación interior. Llegó a España de la mano del Real Madrid, al mismo tiempo que la actual sensación del baloncesto europeo, Nikola Mirotic, aunque tras pasar por varios equipos madrileños de formación ha acabado en la capital aragonesa en busca de su oportunidad.

Desde la lesión de Joan Riera, su temporada con El Olivar, con el que promedia 12 puntos por tarde, le ha llevado a ser un fijo en las convocatorias de Abós, que calificó su debut como «un premio al trabajo realizado desde el inicio de la temporada». De entre todas, destaca su actuación del 5 de marzo ante el Eninter Barberá, cuando anotó la asombrosa cifra de 34 puntos al encestar ocho triples de los 10 que intentó. Una tarjeta de presentación que indica que lo suyo es marcar canastas.

Con 20 años cumplidos en enero, el sobrino de Igor Rakocevic busca su hueco en el baloncesto profesional. Con paciencia y mesura, las oportunidades deberían ir sucediéndose.