El polígono Sepes de Sabiñánigo estaba ayer por la tarde a rebosar, con los miles de ciclistas que desde primera hora de la tarde se acercaron a las naves de la comarca del Alto Gállego para recoger sus dorsales, chips y maillots de la prueba cicloturista Quebrantahuesos y su hermana pequeña, la Treparriscos. Todo está preparado para que hoy tomen la salida casi 11.000 deportistas, procedentes de 23 países. Y éstos se afanaban ayer por la tarde para preparar sus equipos ciclistas, reencontrarse con compañeros de carrera o conocer a otros.

Como ayer fue la tarde de reencuentros, la peña ciclista Edeleweiss celebró un acto de reconocimientos, como viene haciendo en los últimos años. En primer lugar hubo un homenaje especial para los participantes de la prueba que se han ido antes de tiempo: socios del club o ciclistas que después de estar apuntados, han fallecido. El primer recuerdo fue para la serrablesa Mireya García, cuyo dorsal, el 7.793 se retiró hace dos años de la Quebrantahuesos. Su padre, Luis Alberto García, agradeció este homenaje y recordó a los deportistas que «estais aquí para pasarlo bien y mucho cuidado mañana en la carretera». Fernando Sarasa, socio del club estaba inscrito en la Treparriscos y falleció este año, al igual que Arturo Javier Escribano, de 23 años. Tenía toda la ilusión del mundo para realizar esta prueba, según recordaron sus amigos, que la realizarán por él, pero un cáncer no le ha permitido estar presente en Sabiñánigo este fin de semana. Por último, Javier Sánchez también estaba inscrito en la Quebrantahuesos.

En la Quebrantahuesos y en la Treparriscos participan un total de 10.263 cicloturistas, cada uno de ellos con una historia diferente y muchas curiosas. Hay grupos de hermanos que realizan juntos la Quebrantahuesos, ya sean gemelos -a los que se les ha dado un chip especial para que no hagan la carrera mitad cada uno- y familias enteras que recorrerán mañana el circuito de la carrera junto a sus hijos pequeños, como es el caso de Gudrun Mailen, que llevará a su hija de un año, mientras que su marido lo hará con la otra de las hijas, de 3 años. También hay deportistas que en los últimos años se han aficionado al ciclismo, como es el caso de los atletas olímpicos Carlos y Roberto García.

El momento más emotivo de la tarde de ayer fue en el homenaje a Diego Ballesteros, con su epopeya de 12.822 kilómetros de Zaragoza a Pekín en bicicleta y un ejemplo de esfuerzo, ilusión, entereza y trabajo. Reconoció que su ilusión es «poder participar en la Treparriscos y dar lo mejor de mí en mi vuelta a la bicicleta. Se sufre mucho, no pensaba que era tan duro, pero habrá que entrenar y trabajar duro». Y, por supuesto, la carrera contará con deportistas de prestigio como Juan Carlos Unzúe, entrenador de fútbol, Carlos de Andrés, comentarista de ciclismo, Joan Llaneras o Joseba Beloki. Reimund Dietzen, que llevará el dorsal número uno, completará la Treparriscos junto a su esposa.