MACHISMO EN EL FÚTBOL

Primer caso de insultos sexistas

Marta Frías, árbitro del comité aragonés y asistente en el partido Lleida-Mahonés, fue vejada desde la grada de campo del Lérida. El árbitro Vallejo Aznar lo reflejó en el acta. El fallo establecerá jurisprudencia.

Marta, siempre sonriente, muestra las tarjetas.
Primer caso de insultos sexistas
CARLOS MONCíN

 «Raúl: fue desagradable. Agradezco muchísimo tu llamada, pero no estoy autorizado a hablar por el Comité Nacional de Árbitros», se lamentó ayer Luis Miguel Vallejo Aznar, colegiado aragonés de Segunda División B. No hace falta que hable. Su testimonio, reflejado en el acta del encuentro del Grupo III de dicha categoría disputado en el Camp d'Esports entre el Lleida y el Sporting Mahonés, constituye la primera denuncia por insultos sexistas en el fútbol profesional español. Su compañera, la árbitro auxiliar Marta Frías Acedo, adscrita al Comité Aragonés de Árbitros, fue insultada a lo largo del encuentro en los términos redactados por Vallejo Aznar.La redacción del documento arbitral no tolera eufemismos. El árbitro, como si de un notario se tratara, debe trasladar al papel todo lo visto u oído. Y con total fidelidad y crudeza lo escribió Vallejo Aznar. «En el minuto 30 de la primera parte solicité al delegado de campo que anunciase por megafonía que desde un sector del público cesasen todo tipo de gritos sexistas o xenofobos hacia los participantes del encuentro. El motivo de esta petición radicaba en los continuos gritos hacia mi asistente nº2, doña Marta Frías, por parte de un sector del fondo de una de las porterías, que de forma continuada y repetitiva y a modo de coro le gritaban: «Enseña las t..., p...«, «te vamos a f...», «seguro que aquí ganas más que de p...». Tras el anuncio por megafonía, cesaron dichos gritos el resto del encuentro», reza el documento.

Estas incidencias serán auditadas por el Comité de Competición de la Federación Española de Fútbol. El fallo, sea cual fuere, puede dictar jurisprudencia en el fútbol español, pues no existen precedentes de ningún incidente de este tipo, ya que no hay mujeres que desempeñen funciones de árbitro ni en la Primera ni en la Segunda División españolas. Marta Frías arbitra encuentros en la Tercera División aragonesa y desarrolla funciones de auxiliar en la Segunda División B junto a Luis Miguel Vallejo Aznar, el árbitro con mayor proyección del fútbol aragonés, el que puede seguir la estela del internacional Carlos Clos Gómez, referencia del arbitraje español.

Marta Frías se introdujo en el fútbol como jugadora. En 2002 tomó el silbato. Fue la primera mujer (y hasta ahora la única) colegiada en el Comité Aragonés en ascender a la Tercera División, categoría nacional. «No me siento ninguna heroína, pero debo reconocer que le he echado valor. En el fútbol aragonés falta educación, y eso lo sufrimos todos los que luchamos por progresar, porque nuestro fútbol evolucione y mejore. En estos momentos, estoy muy contenta por ser la primera árbitra del Comité Aragonés que alcanza la categoría nacional», confesó en la contraportada de Heraldo de Aragón del 2 de julio de 2009.

Oídos sordos

«Reconozco que he tenido que hacer oídos sordos muchas veces, pero merece la pena -continuó su exposición-. En Aragón, solo somos siete u ocho árbitras. Ahora acaba de hacer un cursillo otra chica. No es sencillo. Las recompensas son escasas. Económicamente, solo se ganan 15 euros por pitar un partido de fútbol base. Lo hacemos porque nos gusta, porque nos consideramos y somos deportistas. A veces, sufrimos mucho. Por ejemplo, cuando el año pasado agredieron a mi compañera Mónica Lavilla, una gran árbitra. En el fútbol, mi referente es el árbitro aragonés Clos. Es muy bueno en todo. Quiero que no suene presuntuoso, pero algún día me gustaría llegar a ser árbitra internacional». Insultos al margen, camino lleva esta excepcional deportista.