El caso Matuzalem se aclara después de que el Real Zaragoza y el Shakhtar Donetsk hayan alcanzado un acuerdo amistoso que permitirá al club aragonés liquidar su deuda de 13,8 millones de euros (11,8 millones más un 5% de intereses anuales desde junio de 2007 hasta el día del pago) con el club ucranio en diferentes plazos. Agapito Iglesias se ha encargado personalmente de cerrar el pacto definitivo tras negociar en las últimas horas con un representante del Shakhtar un calendario de abonos que alivia las presiones de tesorería del Real Zaragoza y le facilitará afrontar la indemnización en varios pagos acomodados a su delicada realidad económica.

Se prevé que el acuerdo no se haga efectivo y oficial hasta terminada la temporada, aunque con este consenso entre clubes el Real Zaragoza gana tranquilidad económica y deportiva hasta que concluya la campaña. La pasada semana, ambas entidades acudieron a la enésima convocatoria del TAS en Lausana para prestar declaración. Pese a que el TAS ya fijó la indemnización hace once meses y el Zaragoza agotó sin éxito todas las vías de recurso a su alcance, el club aragonés halló un último resquicio jurídico que le habilitó a recurrir de nuevo. El TAS convocó a los clubes (Porquera representó al Zaragoza) el pasado 26 de abril, donde se pulieron todos los detalles legales antes de ejecutar el fallo del TAS. Dicha sentencia obligaba al Zaragoza a hacer efectivo el pago de la sanción económica antes del próximo 30 de junio. De no mediar un acuerdo bilateral con el Shakhtar, en caso de impago, el Zaragoza quedaba expuesto a algún tipo de penalización deportiva por parte de la FIFA.

Con el acuerdo conseguido en las últimas horas por Agapito Iglesias, el Real Zaragoza desactiva esta amenaza. El club aragonés, a la vez que concretaba un calendario de pagos, ha solicitado al Shakhtar Donetsk que retire todas sus demandas y denuncias en los organismos jurídicos deportivos. De este modo, se anularía cualquier mecanismo sancionador por parte de las autoridades deportivas, ya fuera una penalización de puntos más o menos relevante o, incluso, la posibilidad de un descenso administrativo.

De este modo, el Zaragoza sofoca sus tensiones financieras al librarse de un pago único y forzoso, y ahuyenta cualquier afección deportiva, aunque no se libra del castigo por un negocio nefasto: deberá abonar, más pronto o más tarde, los 13,8 millones de euros de la sentencia. Ese es el precio final de Matuzalem.

Largas negociaciones

El Real Zaragoza ha intentado desde el mismo momento en el que se conoció la sentencia definitiva del TAS hallar un punto de acuerdo con los ucranios. Javier Porquera, director financiero del club, ha viajado en este periodo a Ucrania para negociar un aplazamiento de los pagos mientras, paralelamente, la batería legal del Real Zaragoza ha tratado de demorar la ejecución de la sentencia con el objetivo de ganar tiempo. En el Zaragoza, se ha confiado en todo momento en cerrar este acuerdo con el Shakhtar, aunque se haya retrasado hasta ahora. De hecho, el club ya incluyó la amortización en varios años de los 13,8 millones de euros en el Plan de Reestructuración Económica presentado hace casi un año.

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