Nunca caminarás solo'. La canción encarnada en himno eterno del Liverpool ('You'll Never Walk Alone'), uno de los alientos más evocados en la pasión por el fútbol, lo hace suyo la afición del Real Zaragoza en su viaje definitivo. En este caso, la peregrinación no será en Anfield Road, sino en la carretera de Valencia. Serán 92 autobuses los que partirán mañana de la capital aragonesa rumbo a la ciudad del Turia. Agreguen vehículos particulares, incluso en autoestop si menester fuese: caravana de primera buscando la Primera, la salvación, la supervivencia del equipo del león rampante. Leyenda copera y recopera al margen, la mayor migración de la historia para la fiel afición zaragocista.

La andanza partirá a las 9.00. A esa hora, 34 autobuses saldrán de la calle Asín y Palacios, junto a las oficinas del Real Zaragoza SAD. Al otro lado de la sede zaragocista, en la calle Luis Bermejo, se pondrán en ruta otros nueve autobuses. A la misma hora, partirán 20 autobuses más desde la Vía Hispanidad, concretamente desde las puertas del Conservatorio de Música. Una hora después, a las 10.00, desde Asín y Palacios saldrán cuatro más. La peña Colectivo 1932 tomará la salida en grupo en cuatro autobuses desde la plaza de San Francisco a las 11.00. La Federación de Peñas del Real Zaragoza, por su parte, ha fletado un total de 21 autobuses, que emprenderán su camino desde distintos barrios de Zaragoza y localidades de Aragón.

Hay que subrayar que el Real Zaragoza financia el viaje a los expedicionarios. Cada autobús cuesta alrededor de mil euros. El cambio de pigmentación de las gradas del Ciutat de Valencia, la muda de la dermis granota (azul y grana) por la blanquiazul cuesta alrededor de 90.000 euros. Probablemente, vale mucho más: la permanencia en la Primera División y, sobre todo, la constatación de que la afición del Real Zaragoza está viva, que viaja, que grita, que siente, que alienta, que nunca dejará solo a su equipo.

El viaje es llevadero por la autovía mudéjar. Muel, Cariñena, Paniza casi sin puerto aunque siempre con la Virgen del Aguila para echar el último rezo, por si con el manto de la Virgen del Pilar no fuera suficiente. Y después, Daroca. Y más tarde, Teruel. Y luego, hasta Sagunto. Lo dicho, que ya estamos en Valencia a la hora de comer. Y, finalmente, hasta la calle San Vicente de Paúl de la capital levantina, que a las 20.00 pasará a ser por dos horas la capital del Reino de Aragón.

Allí no se oirá la preciosa canción adaptada por Gerry & The Pacemakers y erigida en grito de Anfield (Cuando camines a través de la tormenta, / mantén la cabeza ahí arriba, / y no tengas miedo a la oscuridad. / Al final de la tormenta hay una luz dorada / y la dulce y plateada canción de una alondra. / Sigue a través del viento, / sigue a través de la lluvia, / aunque tus sueños se rompan en pedazos. / Camina, camina, con esperanza en tu corazón, y nunca caminarás solo, / nunca caminarás solo. / Camina, camina, con esperanza en tu corazón, / y nunca caminarás solo, / nunca caminarás solo). Reconozcamos que es precioso el himno del Liverpool, sobrecogedor cuando lo canta The Kop. Pero esta tarde no evocaremos la Puerta de Shankly. La nuestra es la Puerta del Carmen. Del himno del Liverpool nos quedamos con su enunciado, con ese espíritu del 'Nunca caminarás solo' que hoy hace suyo la afición del Real Zaragoza, siempre dispuesta a socorrer a su equipo allá donde se encuentre. 'Nunca caminarás solo, Real Zaragoza'.