Malos hábitos

Una de cada tres sillas infantiles se instalan mal

A pesar de que la ley obliga a llevar sistemas de retención infantil adecuados a la altura y peso de los niños que los ocupan, no dice nada con respecto al buen o mal uso de los mismos. Un informe del Racc y Jané ha detectado que en un 36% de las ocasiones se utilizan mal

El estudio se ha llevado a cabo en zonas de ocio, hospitales y escuelas de Barcelona y Madrid
Una de cada tres sillas infantiles se instalan mal
RACC

El 36% de los sistemas de retención infantil (SRI) se usan mal en los automóviles, sobre todo por no hacer pruebas antes de comprarlos y detectar los errores. Además, según un informe del Racc y Jané, llevarlos siempre puestos sin revisarlos puede llevar a deterioros que pongan en peligro la seguridad de los más pequeños.


El Racc, el mayor automóvil club de España, con un millón de socios, y Jané, empresa pionera en el análisis de la accidentalidad infantil a través de un laboratorio de investigación propio, nuevamente han realizado un estudio sobre la seguridad infantil.


En esta ocasión, el VII Estudio Racc-Jané se ha centrado en identificar las malas prácticas en el montaje e instalación de los sistemas de retención infantil y en determinar las consecuencias de estos malos hábitos, a través de ensayos en laboratorio que replican los casos de mal uso, teniendo en cuenta su frecuencia y lesividad. Este trabajo se sitúa en el marco de colaboración que Racc y Jané llevan a cabo desde 2003 en el campo de la investigación en torno a la movilidad y la seguridad viaria infantil.


En el estudio observacional, llevado a cabo en zonas de ocio, hospitales y escuelas de Barcelona y Madrid, se realizaron entrevistas presenciales con los conductores de los vehículos; se observó y evaluó in situ el modo de instalación y sujeción del SRI y del niño, para detectar los errores que se dan con mayor frecuencia.


Además, se determinaron los casos de mal uso más importantes, tanto en base a la lesividad que pueden provocar en el niño como a la frecuencia con que se detectaron las observaciones; y, posteriormente, se realizaron 'crash test' demostrativos, realizados en laboratorio, de los 4 casos más importantes, analizando la gravedad producida por el mal uso del SRI.


A tenor de los resultados de la encuesta, el informe indica que dos de cada tres conductores con hijos realizan trayectos con ellos a diario y, aunque hay un buen comportamiento y concienciación respecto a su uso dentro del vehículo (90%), un 10% reconoce que no siempre viaja con el niño sentado y abrochado al sistema. Además, dos tercios de los encuestados no suelen cambiar la sillita del vehículo, lo que puede degenerar, con el tiempo, en una mala instalación del dispositivo o una insuficiente tensión de los cinturones.


Testar el sistema de retención antes de la compra sigue siendo una asignatura pendiente. Tan solo un grupo reducido (18%) afirmó haberlo probado antes de adquirirlo. La posición más habitual para llevarlo es en el lateral (detrás del conductor, en un 42,3%, y detrás del pasajero, en un 51,3%). Solo en un 6,4% de las ocasiones el niño estaba sentado en la posición central.


A pesar de todas las buenas intenciones por parte de los responsables de los peques, en un 36% de las veces de revela mala utilización. El arnés holgado (14%) y el mal guiado de los cinturones (7%) son los malos usos más frecuentes. No obstante, conforme avanza la edad del niño disminuyen estos casos. También se ha detectado que se producen menos situaciones de mal uso cuando se ha hecho una prueba al comprarlos.


En el 23% de los casos donde se testa antes de adquirirlo existen malos usos, cifra que aumenta al 36% cuando no se lleva a cabo esta acción. Revisar la instalación y el ajuste del niño son factores importantes para evitar mala praxis. Si se hace cada vez que el menor se sube al coche, al final se cometen menos errores.