ATLETISMO

Maratón de maratones

El zaragozano Iván Ramírez se ha propuesto correr esta prueba ocho veces alrededor de todo el mundo para entrar en el selecto club del Gran Slam Marathon, algo que solo han conseguido tres españoles. Su reto comenzará este domingo en la Gran Muralla China.

Ivan Ramírez se ha propuesto recorrer el mundo de maratón en maratón para entrar en el Gran Slam.
Maratón de maratones
C. SARRíA

Hay gente que colecciona cromos, sellos o imanes para la nevera. Otros, como el zaragozano Iván Ramírez, coleccionan kilómetros en sus piernas. Este ultrafondista, que posee el récord de Aragón de los cien kilómetros, se ha propuesto ahora recorrer todo el mundo de maratón en maratón. El reto de Ramírez, un auténtico loco del atletismo, consiste en correr ocho veces los famosos 42.195 metros -una en cada continente, además de Sudamérica, la Antártida y el Polo Norte- para entrar en el selecto grupo del Gran Slam Marathon, un desafío atlético y geográfico global que nació en 2002 y que hasta la fecha solo han logrado completar una treintena de corredores. Este atleta, de origen andorrano y corazón maño, sería el tercer español -y el primer aragonés- en lograrlo.


«Se trata de un club que exige un único requisito a sus miembros: correr ocho maratones, uno en cada continente, y acabar el reto en el Polo Norte», asegura un Ramírez que ya se encuentra en China, donde el próximo domingo atacará la Gran Muralla, escenario de la primera etapa de su particular maratón de maratones. «En principio, mi único objetivo era correr esta prueba. Pero comencé a darle vueltas al asunto y acabé aceptando todo el reto. Era una idea que ya tenía en la cabeza desde hace tiempo», confiesa el zaragozano, quien después de los 24 kilómetros chinos retomará su carrera hacia el Gran Slam en noviembre. Será en Atenas, donde el soldado griego Filípides concluyó su gesta en el año 490 a. C., y su ruta seguirá en 2012 por Egipto -entre las pirámides de Luxor-, Argentina y Canadá. En 2013 asaltará Australia y la Antártida y, por último, el reto más exótico y complicado, el maratón del Polo Norte, le daría su entrada al palacio atlético del Gran Slam Marathon en abril de 2014.


«No quería participar en pruebas masivas, como las de Nueva York o Londres, así que cada una de las carreras que he escogido en esta aventura tiene algo especial. La de China es espectacular y bastante dura, ya que tiene muchísimo desnivel, y la de Canadá es la única que comienza en un país y acaba en otro. Además, la meta está en las cataratas del Niágara. Y eso, por no hablar de la de Atenas, que es la más histórica», continúa un Ramírez que ya no consigue sorprender a sus allegados con sus 'locuras': «Después de tanto tiempo, ya están acostumbrados».


Un reto «para disfrutar»


Pero en esta ocasión, el ultrafondista zaragozano se ha propuesto olvidarse de una presión de posiciones y tiempos que ya tendrá tiempo de recuperar en el Mundial de 100 kilómetros, que se disputará el próximo 10 de septiembre en Winschoten (Holanda). Ahora, Ramírez quiere saborear cada paso de un trayecto de nada más y nada menos que 337.560 metros: «No quiero buscar marcas ni machacarme. Solo pienso en disfrutar al máximo de los paisajes y peculiaridades que me encontraré en cada carrera».


Y, para peculiar, el último peldaño de su maratoniana escalera. Si consigue acabar las siete anteriores carreras, será el maratón del Polo Norte el que juzgue la resistencia del zaragozano. Esta prueba, la más fría del planeta, transcurre sobre hielo y nieve y los atletas deben correr con raquetas en los pies. «Conozco a una persona que la corrió hace poco. Estuvo varias semanas entrenando en una cámara frigorífica», asegura el aragonés, quien ha encontrado un lugar más común para preparar este gélido maratón: «Creo que prefiero entrenarme entre la nieve de los Pirineos».