El Comité Ejecutivo de la UEFA dio el visto bueno a Lviv, Donetsk y Kharkiv como sedes ucranianas para la Eurocopa de 2012, junto a Kiev, que fue confirmada como escenario de la final.

El Ejecutivo ya había aprobado a Gdansk, Poznan, Varsovia y Wroclaw como sedes en Polonia y a la capital ucraniana para albergar partidos de la fase de grupo, los cuartos de final y la semifinal, pero las deficiencias en infraestructuras dejaron en suspenso el resto de ciudades que iban a ser sede en Ucrania y el anfitrión de la final.

Pero hoy, en su última reunión del año, celebrada en Funchal, el organismo europeo sí dio luz verde a las sedes de la Eurocopa que coorganizarán Polonia y Ucrania.

"Gracias a los tremendos esfuerzos y a los grandes sacrificios que ha hecho el Gobierno ucraniano, podemos dar luz verde a un torneo simétrico, con cuatro sedes en ambos países", señaló el presidente de la UEFA, Michel Platini.

"EL TRABAJO NO EST ACABADO".

"Sabíamos que iba a ser una tarea complicada y que iba a ser necesario invertir enormemente en todo lo relacionado con las infraestructuras, a nivel deportivo, en hoteles y en transporte. Polonia y Ucrania lo han logrado a pesar de la grave crisis financiera y económica que hay a nivel internacional. Además hay que tener en cuenta que Ucrania es uno de los países más castigados por la crisis", añadió el mandatario.

De todas formas, recalcó que "el trabajo no está acabado" y que los expertos "seguirán acompañando a los dos países hasta la fase final", desvelando que, en cualquier caso, la decisión de aprobar las sedes fue "unánime".

Por otra parte, cabe destacar que la decisión relativa al calendario de partidos se tomará más adelante, así como el nombramiento de las ciudades sede que acogerán los encuentros.

Al conocer el respaldo de UEFA, las autoridades de los anfitriones valoraron haber recibido la "oportunidad de demostrar" su valía. "La Euro 2012 será al menos tan buena como las anteriores, ahora no es el momento de dormirnos en los laureles", expresó el presidente de la FA, Grigoriy Surkis.