VOLEIBOL

La afición sí fue europea

El público turolense respondió a la llamada de la selección.
La afición sí fue europea
A. GARCíA

Fin de semana festivo en Teruel. La ciudad y la provincia transformada en una gran fiesta del jamón: la Glorieta, una sinfonía de sabores que enamoran hasta el estómago más exigente; las tapas, ricas y variadas en presencia y contenido; y también, con el pernil como argumento, concentración motera, una de las más antiguas del país y que celebraba su trigésimo cuarto cumpleaños. Jamón, motos? y deporte. En la explanada de Los Planos las motos rugían ayer a las seis de la tarde. Bochorno sofocante. Y en el interior del recinto deportivo el público trataba de impulsar con sus gritos a una selección española que se jugaba medio billete para el Europeo del próximo año. El rival, Bélgica, que luchaba por el mismo premio. España encontraba refugio en un pabellón con solera en este deporte, y buscaba el calor de un público que gusta del buen voleibol, fetiche del equipo de sus amores, el CAI Teruel. Pero el bloque que gestiona Julio Velasco se complicó la vida (1-3) ante un contrincante descarado que le obligará el próximo sábado en Amberes a rozar la perfección si quiere estar en 2011 en la cita continental que organizan al alimón Austria y la República Checa. Esta vez, los más de 2.500 aficionados que apostaron por presenciar un espectáculo de primer nivel no ejercieron de talismán para un equipo que sufrió en la construcción del juego, sin frescura en el manejo del balón y víctima del principal fundamento del voleibol: el saque. España deberá ganar en terreno belga por 0-3; también le vale un 1-3, pero en este caso tendrá que recurrir a las matemáticas, al cálculo de los puntos para ver si le da el pase al Campeonato de Europa."Ha sido una lástima, menudo baño nos han dado. Con la fiesta que había en el pabellón...". El lamento del personal era justificado. Porque el duelo se había preparado con mucho mimo (y esfuerzo) por parte del Club Voleibol Teruel, que trabajó a destajo para que la Federación Europea de Voleibol, con sus implacables supervisores, mostrara la mejor de sus sonrisas. Teruel volvía a ser el foco de atención en un evento internacional de postín; un partido oficial entre equipos absolutos con el pasaporte continental en disputa no se ve todos los días. Y la afición turolense respondió. La tercera ronda del Preeuropeo que abre las puertas a la tercera cita de caché del calendario (tras Juegos y Mundial), y que la Federación Española siempre tuvo claro que tenía que ir a la capital mudéjar. "Necesitamos de esta afición", clamó. Y esa marea naranja que tiñe todos los fines de semana Los Planos, que se ha quedado sin voz al grito de ¡CAI, campeón!, se volcó con una selección que no fascinó y sucumbió de forma clara. Tampoco gustó el árbitro holandés Van Gompel, que desde la atalaya encendió el ánimo de los espectadores y del banquillo español en más de una dudosa decisión, que siempre cayó del lado belga.

En Los Planos tronó alto y fuerte el himno nacional a las seis de la tarde, y del "¡CAI, CAI!" se pasó al "¡España, España!". Una selección que presentaba muchos alicientes para la grada local: Guille Hernán, Julián García-Torres y Javier Subiela recibieron sonoros aplausos; otros ex del CAI, como Ibán Pérez y Cecs Llenas, ambos esta campaña en las filas del eterno rival, el Unicaja Almería, provocaron un pitido generalizado. Y tras el protocolo, el balón empezó a circular por la red. España debió de tener una mala digestión, porque se le atragantó la ración de juego belga dirigido por un enorme Depestele, bien recordado por la afición turolense tras su paso con el Roeselare en la pasada 'Champions', y martilleado por dos mozos que se superaron, Van Valle y Verhanneman, y que asfixiaron con sus remates a la defensa española. Sin una recepción aceptable, Hernán sufría para colocar un balón. La conexión con Sevillano y Pérez mantuvo vivo el marcador de España, pero Bélgica luchaba todos los balones con ardor. Ni la entrega de la colorista grada despertó a un equipo que vio volar los dos primeros sets en 52 minutos. Ventaja psicológica. "Nos sorprendieron en muchas facetas del juego. En defensa y en ataque definieron mejor", argumentaba el capitán de la selección, García-Torres.

La presencia del veterano Saucedo y Subiela en el tercer set, y la entrada en el pabellón de la charanga al ritmo del "¡Que viva España!" reactivaron a la Roja. El termómetro en Los Planos se disparaba, las vuvucelas atronaban y la máquina española afinaba su saque para cambiar un guión que se encaminaba a un final no feliz. España arrancó el cuarto set dejándose llevar por la buena dinámica de la anterior manga. Pero Depestele, un colocador curtido en mil batallas, tiene un peligro tremendo en la red, y ahí España tenía todas las de perder. Los malos augurios se confirmaron, y ni el factor cancha fue suficiente para alimentar el ánimo de los jugadores y de un cariacontecido Julián Velasco. "En los momentos decisivos no supimos materializar el contraataque", resumía Velasco. España no dio la talla. La afición turolense sí.

 

Ficha técnica

España 1 - Bélgica 3

España: Fernández (1), Hernán, Sevillano (12), García-Torres (9), Pérez (9), Noda (10) -seis inicial-, Llenas (líbero); También jugaron: Saucedo (12), Rodríguez (0), Gens (0), Lobato. Bélgica Depestele (5), Verhanneman (17), Verhees (9), Van Walle (22), Claes (8), Van Decraen (10) -seis inicial-, Geerinckx (líbero). También jugaron: Tuerlinckx. Parciales: 21-25 (27 min), 20-25 (25 min), 25-19 (24min), 17-25 (22min).

Árbitro: Van Gompel (HOL), Varthalitis (GRE).


Incidencias: más de 2.500 espectadores en Los Planos. En el palco, el presidente de la Federación Española, Agustín Martín Santos, y el consejero de Presidencia de la DGA, Javier Velasco.