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Obeng: "Me noto bien, fresco y con muchas ganas"
El delantero regresa al Huesca y valora la “confianza” y “tranquilidad” que le aporta el técnico del equipo, Cuco Ziganda.
Obeng está de vuelta. Lo anuncia con palabras y, lo que es mejor, con goles. El delantero ghanés ha regresado a la SD Huesca, después de que el club lograra repetir la exitosa cesión del delantero de la segunda vuelta de la pasada temporada. Obeng ya mostró su alegría con los dos goles que metió ante el Teruel en el amistoso del miércoles, y este viernes lo ha expresado con palabras tras el entrenamiento.
El ariete ha confesado que ha sido un verano “con mucha incertidumbre” sobre su futuro. Regresó al Oviedo, el club que lo tiene en propiedad, pero sin saber cuál sería su futuro. “Hemos llegado a un acuerdo, he podido venir y eso me hace estar muy contento”, ha señalado.
Tras unos años complicados, Obeng ha apuntado cuál ha sido la clave para encontrar en Huesca un ecosistema propicio para desarrollar sus cualidades como futbolista: “He encontrado comodidad, confianza, tranquilidad… Eso es una cosa que necesitaba, me ha venido muy bien. La gente de dentro y fuera del club son muy agradables y eso me gusta”, ha dicho.
Por lo visto ante el Teruel, el delantero ha vuelto con el gol entre ceja y ceja. El delantero ha señalado que se encuentra “bien, con buenas sensaciones”. “El año pasado en pretemporada tuve una pubalgia que me impidió estar al cien por cien. Pero ahora me noto bien, fresco y con muchas ganas”, ha confesado.
En su vuelta a Huesca se ha reencontrado con el Cuco Ziganda, un entrenador con el que siempre ha rendido a muy buen nivel, tanto en Oviedo como en Huesca. Obeng ha reconocido que el técnico navarro le transmite “mucha confianza” y “mucha tranquilidad”. “Cuando subí al primer equipo del Oviedo estaba él; me conoce bien y sabe sacar lo mejor de mí”.
Ziganda es uno de los factores que le han hecho encajar en Huesca, pero no el único. “El cuerpo técnico confía en mí, el año pasado encajé bien, conecté bien con la gente de aquí y eso da confianza para hacer el trabajo bien”.
Para que el rendimiento colectivo sea el adecuado, cree que es “muy importante mantener el bloque”, a pesar de que este verano han salido algunas piezas importantes. “La mayoría son del año pasado y los nuevos se están adaptando muy bien. Hay un buen grupo y buenos profesionales. Eso es importante porque une mucho y permite hacer un buen vestuario para competir sanamente”, ha apuntado sobre las sensaciones que ha tenido en sus primeros contactos con la plantilla.
En el plano personal, no se quiere ‘mojar’ sobre el número de goles que puede marcar. Lo que asegura es que no se ahorrará esfuerzos para buscar lo mejor para el equipo. “Cada año trato de dar lo mejor que mí, sudar la camiseta y honrarla para que el día de mañana, cuando se acabe la etapa de Huesca, esté tranquilo conmigo mismo por haberlo dado todo, independientemente del número de goles”.
Sobre los retos colectivos, considera que lo primero -como ya sucediera la temporada pasada- es lograr los famosos 50 puntos, un objetivo que comparten de salida “la mayoría de los equipos”. “Hay que ser humildes e ir a por los 50 puntos. A partir de ahí, depende de dónde estés, te permite soñar y luchar por algo más bonito”. Lo que está claro es que en Segunda División “cualquier rival te puede competir y sacarte los tres puntos”, por lo que los goles de Obeng serán clave para que el Huesca logre la salvación de la manera más tranquila posible.
