Todo empate siempre tiene una doble lectura, la de haber conseguido sumar como parte positiva, y en el otro extremo la de los dos puntos que no se han materializado. Y en esa línea está la valoración que hacen en el Huesca del empate contra el Alcorcón del pasado domingo, consciente de la oportunidad de dar un golpe a la clasificación que se había dejado escapar. Así lo aseguraba este lunes Gonzalo Melero, que comparecía tras el entrenamiento de recuperación llevado a cabo por su equipo. “Te queda el mal sabor de boca de haber podido conseguir los tres puntos, porque hubiera sido un palo duro para Sporting y Rayo, pero los resultados de la jornada también hacen que te des cuenta de la dificultad de cada partido, y del valor de lo que estamos haciendo”, decía el capitán azulgrana, destacando que con una jornada menos en el calendario, “le sacas dos partidos al Sporting”, y por tanto, el Huesca solo necesita seis más para consumar su ascenso de categoría.

Esa renta podría dejar al conjunto de Rubi matemáticamente ascendido el próximo lunes, cuando su partido contra el Lugo cierre la jornada. Para ello, el Sporting deberá perder en su visita al Heliodoro y el Huesca sumar tres puntos en terreno gallego. “Ojalá pinche el Sporting en Tenerife, y tengamos así una oportunidad histórica. Es complicado, porque ganar cada partido es difícil, pero esperamos que el Tenerife nos haga un favor y, sino seguiremos trabajando para los tres partidos que nos esperan”, argumentaba el jugador, consciente no obstante de que aunque el Lugo no tenga nada en juego, no será un partido sencillo.

“Al final todos los encuentros son muy igualados, y la muestra es que esta semana solo el Almería ha ganado por más de un gol. Esto hace valorar también la victoria contra el Córdoba, porque parece que tienes que ganar sí o sí porque ellos están abajo, pero fue un triunfo de mérito, porque luego van a Vallecas y ganan”, añadía Melero.

Por todo esto, aseguraba que el vestuario está “con muchas ganas” de que llegue el partido, aunque al jugarse en lunes la semana ser hará especialmente larga. Será momento también de aprender de los errores que pudieron cometerse contra el Alcorcón, pues especialmente en la primera parte, el Huesca no tuvo la solvencia de otros encuentros en El Alcoraz. Hacía referencia el mediocentro a ese último partido de su equipo. “La presión existe. El equipo intenta alejarse de eso y hacer el juego de siempre, pero el Alcorcón tuvo mucho mérito en lo que hizo, con 45 minutos muy buenos. Son buenos jugadores, que también se estaban jugando la vida y cada partido es complicado. Pero supimos reaccionar con más carácter y con más raza que con juego”, valoraba el capitán, apelando a la conjunción de juego más trenzado con esa garra como la combinación que ha llevado al Huesca a su posición actual.

Una situación que defendía como “idílica”, descartando que la posibilidad de acabar líderes sea un objetivo claro, pese a que el pinchazo del Rayo contra el Córdoba les haya dejado a un solo punto. “Ser el mejor de los 22 sería precioso, pero si puedo firmar ahora mismo acabar segundos, lo hago”, consideraba.

Igual que decía preferir que el pichichi del equipo sea para el Cucho si eso supone que han ganado con solvencia los tres partidos que restan. Porque en el plano individual y pese a sumar 15 goles, Melero eleva su autoexigencia. “Hubiera firmado no ganar y acabar 2-1. Pero bueno, al final se da así, estoy contento por mi aportación en cuanto al gol, pero quiero dar un poco más en el juego y en el desarrollo del partido, que creo que lo puedo hacer”, decía el capitán, tomando como referencia sus actuaciones de la primera parte de la temporada y explicando que le beneficia un mayor contacto con el balón, algo que ha logrado en los últimos partidos, cuando ha regresado al doble pivote junto a Juan Aguilera.