Pamplona marca el listón del Huesca

Según el propio Rubi, El Sadar es una "prueba de fuego" para medir el verdadero potencial oscense.

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Pamplona marca el listón del Huesca
Rafael Gobantes

Los últimos recuerdos del Huesca en El Sadar llevan a una tarde gloriosa, remontando dos temporadas atrás, con cánticos oscenses en la grada para celebrar una victoria que supuso la permanencia para el equipo, y decir adiós a un curso de mucho sufrimiento. Un escenario muy diferente al que esta tarde a partir de las 18.00 espera al conjunto de Rubi en el campo del Osasuna. Nada es igual, atendiendo a que si entonces eran los últimos coletazos del curso, ahora se respira aire de verano, con las piernas todavía en rodaje. Ni tampoco serán iguales los equipos que pisen el césped, con un Huesca que logró acariciar el cielo el pasado curso, y delante de él un renovado cuadro navarro, que tras un año en Primera, regresa a la categoría de plata como firmes candidato a volver a coger el ascensor de subida.

Para ambos el partido de hoy se presenta como una prueba, en el caso de los oscenses para empezar a dibujar ya con tinta sus aspiraciones de este año, después de dos partidos de esbozos. Y saber si su potencial real se aproxima más al mostrado en Soria en la primera jornada o frente al Lorca la semana siguiente. "El sábado tenemos una prueba de fuego. Tengo ganas de ver a mi equipo ante un rival de la entidad del Osasuna y con una afición también de esa entidad", dijo Rubi en la previa.

Como el resultado y las sensaciones del equipo en la última jornada fueron positivas, se espera que el técnico catalán apueste por mantener la misma pizarra de inicio. Aunque Rubi ha reconocido en varias ocasiones no ser amigo de fijar onces tipo y guiarse más por el trabajo, la fórmula elegida dio buen rendimiento.

El centro del campo es la línea que puede fijar más interrogantes, ya que frente al Lorca utilizó a sus cuatro mediocentros dando lugar a diferentes combinaciones. Donde hay menos dudas es en la defensa, en la que Pulido parece haberle ganado la partida a Carlos David tras su sanción, tampoco en la delantera, en la que el esfuerzo de Cucho y Chimy Ávila para presionar ya desde el área rival fueron clave para el control del juego de su equipo.

Por parte rival, el Osasuna también afronta su particular prueba de fuego después de sumar un único punto en las dos primeras jornadas. El equipo ha sufrido una importante renovación tanto de plantilla como de estilo de juego, por lo que en el entorno apuestan por la paciencia, aunque en equipos con aspiraciones tan marcadas, el crédito podría tener sus límites en el resultado contra el Huesca.

No obstante, podrá contar con el apoyo de un Sadar pletórico, ya que se celebra el 50 aniversario de la inauguración del estadio, por lo que se han preparado diferentes actos de animación durante toda la jornada. Además, se espera que se agoten las entradas, con una asistencia en torno a los 16.000 aficionados.

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