El Alcoraz tiene ganas de derbi

A medida que transcurren las horas, cobra fuerza la preponderancia del fútbol en las conversaciones a pie de calle, en la barra del bar o en los comercios de la capital oscense. La afición de la Sociedad Deportiva Huesca tiene ganas de derbi y en la ciudad comienza a palparse ese ambiente especial que rodea a un encuentro de semejante calibre. La visita mañana del Real Zaragoza a El Alcoraz (20.00) disparará las pulsaciones y las emociones de una hinchada altoaragonesa cuyas ensoñaciones nocturnas componen el triunfo de su equipo. Nunca antes ha logrado firmar la conquista victoriosa ante tan histórico y cercano rival, en enfrentamiento oficial, tras la refundación del club en 1960.

Desde que el Zaragoza y el Huesca se emparejaran en Segunda División en la temporada 2008/2009, la distancia, todo un mundo en décadas anteriores, se ha ido acortando entre ambas entidades. Para los oscenses el objetivo prioritario continúa siendo la permanencia, en su segunda campaña consecutiva en la división de plata. El león zaragozano, en cambio, arrancó su cuarto ejercicio en Segunda con la única idea de volver a rugir por los campos de la Primera División. Sin embargo, la tozuda realidad a día de hoy es la que es: por vez primera en los cinco derbis anteriores desde diciembre de 2008 el balón echará a rodar sobre el tapiz de El Alcoraz con un Huesca en ventaja clasificatoria respecto al Zaragoza.

Bien es cierto que es tan solo un puesto (decimocuarto frente a decimoquinto) y un estrecho margen de un punto (29 por 28), pero esa renta parece tener más valor por los condicionantes que envuelven a las dos entidades. En Huesca, pese a que el 2017 ha irrumpido sin victorias, las sensaciones son de esperanza y de ilusión, mientras que en Zaragoza, igualmente sin triunfos en el nuevo año, la angustia por la distancia con la zona de ascenso dibuja un panorama diametralmente opuesto.

La hinchada azulgrana considera que su equipo está ante una oportunidad de oro para batir al conjunto blanquillo. Además, todavía está fresco en su recuerdo el último encuentro fratricida disputado en suelo oscense, en el que el Huesca arañó un punto en inferioridad (1-1) gracias a un golazo de Samu Sáiz en la segunda mitad.

"La gente está muy enchufada y cree que podemos ganar", ha indicado el atacante madrileño esta semana, al hablar de lo que percibe en cada esquina de la capital altoaragonesa.

También al técnico, Juan Antonio Anquela, le llegan esos vientos de pasión en azul y grana que soplan por las calles. "La ilusión de la gente de Huesca nos tiene que incentivar. Jugamos por todos ellos. Su ilusión es que ganemos a un rival tan grande", consideró el preparador andaluz.

El centrocampista Gonzalo Melero, por su parte, ha solicitado el respaldo de la grada, "porque es un partido de necesidades en el es muy importante que la afición esté con nosotros".

Algo más de 600 entradas

Todavía es posible presenciar el derbi en directo desde de un Alcoraz que estrenará videomarcador. Son algo más de 600 localidades las que quedan a la venta para colgar el cartel de ‘no hay billetes’. Hoy el horario de atención al público en las oficinas es únicamente matinal: de 10.00 a 13.30. Mañana las taquillas abrirán a las 18.30.

Pendientes del cielo

Un factor externo que puede influir en el devenir del partido es el climatológico. La lluvia hizo acto de presencia ayer en Huesca y el temporal atlántico no tiene visos de despejarse antes de la hora del encuentro. Eso sí, al menos de momento las precipitaciones están siendo espaciadas, lo que es fundamental para que el maltrecho drenaje de El Alcoraz pueda asumirlas y el verde, que normalmente luce un envidiable aspecto, no sea un mal compañero de viaje para ambas escuadras. Hasta el derbi de mañana, todos pendientes del cielo.