Un punto que sabe a poco

Hasta cuatro equipos siguen inmersos en la lucha por la sexta plaza que da acceso al 'play off'.

Nueva final marcada por las bajas en el Zaragoza
Un punto que sabe a poco
Guillermo Mestre

A pesar de que en los días previos al encuentro ante la Ponferradina el entorno zaragocista trasladó la idea de que se viajaba con la única idea de ganar, es evidente que en el subconsciente de jugadores y cuerpo técnico estaba presente que lo primordial era no salir derrotados de El Toralín, y así quedó patente sobre el terreno de juego.


El empate suponía el regreso a la sexta plaza que da acceso al 'play off' y el lujo de no depender de resultados ajenos en las seis jornadas que aún restan por delante. A corto plazo, un botín demasiado jugoso como para dejarlo escapar, pero está por ver si en el futuro se echará de menos mayor ambición en tierras leonesas. Si el Real Zaragoza es capaz de hacerlo tan bien como el resto de equipos inmersos en la lucha, la disputa de la promoción se hará realidad. 


Empatados a 53 puntos con una Ponferradina a la que aventajan gracias al 'gol average', tres por encima del Llagostera (50) y a cuatro del Numancia (49), los de Popovic afrontan la recta final en una posición que muy probablemente se hubiese firmado a principio de temporada, pero que precisará de una buena dosis de argumentos futbolísticos para ser conservada.


Resulta difícil aventurar cuántos puntos marcarán la barrera de la sexta plaza, pero, a tenor del calendario propio y de los rivales, debería ser más que suficiente alcanzar los 65. Para ello, es de obligado cumplimiento dejar atrás la irregularidad que ha marcado la temporada y La Romareda debe convertirse en un fortín que atestigüe dos victorias factibles ante Albacete y Mirandés, y lleve en volandas a los suyos frente a Las Palmas. Fuera, valdría con 'rascar' algo positivo en Girona, Valladolid y Leganés, siendo este último desplazamiento el más accesible.


Los perseguidores inmersos en esta particular pugna tampoco derrochan fiabilidad precisamente. El Llagostera acumula cuatro partidos consecutivos empatando y Ponferradina y Numancia suman idéntico número de victorias, empates y derrotas en las seis jornadas pasadas.


Popovic aseguraba tras el encuentro del domingo que el equipo "no tiene tiempo para pensar en la clasificación" y así debería de ser hasta el final de temporada. El cuadro aragonés tiene en su mano cumplir el objetivo de aspirar al ascenso sin necesidad de atender a los adversarios y es ahí donde surge la duda de si la hoja de ruta irá marcada por el abandono del conformismo o si se mirará con un ojo, o los dos, al retrovisor.


Si, tal y como el técnico serbio espera, el equipo ha llegado a los puestos de ascenso "para quedarse" y se mantiene el nivel de competitividad, su propuesta en Ponferrada acabará siendo válida. De lo contrario, más de uno recordará aquella oportunidad que se dejó escapar.