Trabajando la presión sin balón

Popovic corrigió algunos de los aspectos que llevaron al equipo a sufrir una abultada derrota el domingo.



Sesión fundamentada en la presión y con muchas indicaciones tácticas la dirigida este miércoles por Ranko Popovic, centrado en corregir algunos de los errores que llevaron al Real Zaragoza a sufrir una abultada derrota ante el Betis el pasado domingo.


Pasadas las 10.30, la plantilla zaragocista saltaba a los campos de entrenamiento a realizar suaves ejercicios de calentamiento y unos 10 minutos de carrera continua, al tiempo que el técnico serbio colocaba los conos y postas que iban a centrar el primer tramo del entrenamiento: conducción, control y desplazamientos cortos de balón.


Seguidamente, dos rondos para terminar de poner las piernas a tono, coincidiendo con la entrada de los dos lesionados (Ortí y Eldín) al gimnasio para ejercitarse al margen del grupo, y al lío. Ejercicio de posesión basado en la presión tras pérdida en tres cuartos de campo, en el que Popovic insistió una y otra vez en la necesidad de “ir rápidamente a por el contrario” cuando se deja de tener el balón en determinadas zonas. Los jugadores correspondieron con intensidad, buscando la rapidez de movimientos y no dudaron en ir al choque cuando la acción lo requirió. Especialmente, Rubén, uno de los más 'enchufados', que protagonizó un par de entradas duras sin mayores consecuencias.


El plantel es consciente de que ante el Numancia no se puede fallar y eso se percibió en una sesión que prosiguió con un nuevo ejercicio de posesión. Esta vez, con tres equipos intercambiando entradas y salidas al campo, buscando la rápida circulación del esférico en las salidas desde atrás. Popovic volvió a interrumpir varias veces el entrenamiento para explicar a sus hombres qué aspectos deben perfeccionar para no conceder ocasiones por complicaciones innecesarias en defensa. El centrocampista Natxo Insa protagonizó una larga conversación con el técnico, que le recriminó su mala colocación en la defensa posicional. También Pedro y Álamo recibieron algunas correcciones tácticas, asociadas a cómo han de cubrir la zona de tres cuartos de sus respectivas bandas.


El último tramo del entrenamiento tuvo como protagonistas a los porteros. Hasta cuatro guardametas (con presencia de los del filial) y otras tantas porterías, colocadas en un cuadrado con dos equipos que buscaron con insistencia el camino del gol. Y es que esa es otra de las asignaturas pendientes en las últimas fechas. Popovic arengó particularmente a los delanteros, consciente de que el próximo domingo precisa de su efectividad para no descolgarse de la zona de promoción.