"Este Real Zaragoza es competitivo, tengamos paciencia"

Borja Bastón, goleador madrileño, autor de los dos últimos tantos zaragocistas, se muestra optimista ante el futuro

Borja Bastón supera en carrera en el área al aragonés Víctor Laguardia el pasado sábado.
"Este Real Zaragoza es competitivo, tengamos paciencia"
Asier Alcorta

Llego la primera victoria, por 1-0 y con un tanto con su firma. Un dato estadístico que siempre gusta a los goleadores.

Es verdad. Pero, sin falsa modestia, yo soy de los que piensa siempre que el equipo está por encima de cualquier individualidad. Es bonito ver que se gana un partido con un gol tuyo. Pero lo que cuentan son los tres puntos y no conozco a ningún jugador que no firme ganar un partido aunque el gol lo marque cualquier otro que no sea él. 


Pero cuando uno acaba de llegar nuevo a un sitio, hacerse notar a base de goles siempre es un dato relevante.

Es bonito siempre que el equipo gane gracias a un acierto tuyo ante el gol. Eso no se puede esconder cuando eres delantero. Pero en el caso del domingo, era una cuestión global, de todo el equipo. Estábamos en un momento en el que la victoria era crucial para todos y, por fin, se logró. Lo demás, más que nunca, es secundario.


El gol al Alavés, por cierto, una maravilla. De principio a fin. Desde el pase, al control para concluir con la definición.

Cuando estás en el campo, tampoco te das cuenta mucho de las hechuras de un gol. Solo ves el balón, tomas la decisión y aciertas. Después, viéndolo con calma, es cuando lo degustas en su totalidad. Y este gol fue bonito de verdad. Dorca me dio un balón muy bueno al espacio, con el toque preciso al espacio entre los defensas. Yo tuve la fortuna de hacer un buen control orientado en el área y, una vez delante del portero, poder picárselo un poquito para superarlo con suavidad. Fue un gol con mucha plasticidad, pero a mí, como goleador, esas cosas me parecen accesorias. Lo importante es siempre que entre. Lo demás, es secundario.


Eso se llama instinto voraz, de depredador del área.

Es que los goles valen todos lo mismo. A mí, en un partido, lo que me interesa es meter goles. Me da lo mismo que sea bonito o feo, que sea a través de una acción vistosa o lleno de suerte. Solo pienso en marcar y en ganar. El cómo es lo de menos. Me sirve todo lo que sea útil para sumar puntos.


Es el primer jugador zaragocista que repite la suerte del gol, algo que está costando mucho en este arranque de temporada.

El equipo está trabajando mucho pero aún está por conjuntar por los motivos que todos conocemos. Los goles van a llegar con mayor asiduidad según vaya avanzando la temporada, cuando funcionemos con más compenetración. De eso nadie tenemos duda.


Ante el Sabadell, anotó de cabeza en llegada al área. Frente al Alavés, con el pie en jugada elaborada al espacio. Sus recursos son variados ante la portería rival.

Puedo anotar goles de diferentes maneras. En ese sentido, estoy tranquilo porque sé que van a llegar poco a poco. Lo importante es que el equipo crezca como grupo y que seamos capaces de ver la portería con mayor facilidad. Por ahora, es cuestión de ser certero en aprovechar las ocasiones que vamos generando cada partido. Con el trabajo y la progresión del equipo, el resto llegará por sí solo. Necesitamos paciencia y un poco más de tiempo para consolidarnos.


La afición está preocupada porque ve que solo se han marcado cuatro goles en cinco partidos oficiales. Cuesta un mundo apuntalar los partidos si no se anota más de un gol en 90 minutos.

Todo es relativo. Yo, pese a las dificultades que está teniendo el equipo para cuajar por la tardanza que hemos tenido muchos jugadores a la hora de llegar, veo positivo que hayamos marcado en todos los partidos menos en Albacete (en Huelva Bastón aún no estaba fichado). La gente debe tener en cuenta que el grupo aún se está acoplando. No es una excusa ni un tópico, es la realidad.


Ese es el gran problema de este inicio de temporada. Pedir paciencia si no hay resultados por medio es complicado.

Pero creo que la mayor parte de la afición lo va a entender. Este equipo no ha hecho pretemporada, no ha tenido un verano normal. Todavía no nos conocemos bien y estamos en fase de congeniar, de intimar como personas y como compañeros de equipo. A Zaragoza hemos llegado mucha gente nueva, 14 o 15 jugadores, cada uno de un lugar distinto. Nos hace falta un poco más de tiempo. Estoy convencido de que lo vamos a lograr enseguida.


Ese es un mensaje que los seguidores zaragocistas van a agradecerle. Esta temporada no va a ser siempre como se ha visto hasta ahora. Habrá una mejoría en un futuro próximo.

Que todo el mundo esté seguro. Un día, cuando llegue el momento, cogeremos al rival de turno y le meteremos tres o cuatro goles. Yo observo un alto potencial en esta plantilla. De verdad. Lo digo con sinceridad. Este equipo es competitivo, con futbolistas individualmente muy buenos.Pero, de la manera que hemos ido llegando todos, es normal que a estas alturas áun nos falte entendimiento, tanto arriba como abajo. Yo veo un sistema defensivo que puede ser muy fuerte cuando esté bien entrenado y engrasado. Y, sobre todo, veo que estamos una serie de jugadores capaces de aportar mucho gol. Lo de los partidos iniciales y los problemas para anotar llegará un día en que desaparecerán por completo.


Ante el Alavés, usted jugó junto a Willian José en punta. Dos ariete puros mano a mano. ¿Qué sensaciones extrajo de la experiencia?

Yo siempre soy partidario de jugar con mucha gente arriba. Es una manera de que los delanteros obtengan más apoyos en muchos momentos del partido. Con compañeros cercanos que te metan balones, con la posibilidad puntual de caer a una banda. Con dos delanteros, las segundas jugadas en el área siempre hay muchas más opciones de ganarlas por pura presencia. Yo, particularmente, me sentí bastante bien junto a Willian José aunque llevemos muy poco tiempo trabajando juntos. En mi opinión, ambos hicimos un buen partido en nuestro estreno juntos como titulares. Y además, como el equipo ganó, creo que la experiencia fue positiva.


Esta primera victoria llegó en un momento delicado, pisando ya zona de descenso a Segunda B y con los fantasmas del pasado de nuevo vivos. Ha sido un alivio justo a tiempo para ustedes.

Fue una victoria muy importante, no cabe duda. Pero, de verdad, el equipo estaba tranquilo y confiado en que esto iba a suceder. En realidad, la victoria la tuvimos en la mano tanto el día del Osasuna como ante el Sabadell, y solo se nos escaparon los puntos por fallos puntuales en los últimos minutos de cada partido. El no haber ganado antes no era cuestión de incapacidad. Ahora, el objetivo es ganar al Llagostera en su campo y enlazar el segundo triunfo consecutivo que nos meta arriba en la tabla. Es un reto bonito que, con el ánimo renovado tras esta victoria ante el Alavés, creo que podemos lograr.


La cita de Llagostera suena para el Real Zaragoza a partido donde se está obligado a ganar.

Yo no sería tan tajante en el análisis, sería una falta de respeto hacia el Llagostera. En Segunda División hay mucha igualdad y todos te lo ponen muy difícil. Ese campo de Palamós no va a ser sencillo para nadie. Y ellos vienen de ganar 0-1 al Barça B en el Mini Estadi este sábado. Hemos ganado en confianza e, insisto, veo que el Zaragoza tiene un buen equipo. Pero no menospreciemos a nadie. Esta categoría es muy traicionera. Lo sé por experiencia.


¿Se siente bien en el Real Zaragoza? ¿Prevé un año para disfrutar?

Estoy contento por haber elegido este destino. Me siento muy a gusto en Zaragoza y preveo un año bastante bonito cuando el equipo se acabe de conjuntar. La gente me ha acogido muy bien y el grupo es muy sano.