La afición recupera la sonrisa

Los seguidores del Real Zaragoza, entusiasmados por el actual proyecto deportivo, consideran que los nuevos dirigentes están actuando con coherencia y que, por ello, se acabará formando un equipo competitivo

Luis Villaverde. «El público está muy entregado. Hay numerosos aficionados que ya han sacado su abono, lo que ya es un punto a favor».
La afición recupera la sonrisa

El zaragocismo vuelve a sonreír. El partido amistoso celebrado ayer contra el Villarreal, en el estadio municipal de La Romareda, dejó un denominador común muy significativo: los seguidores del Real Zaragoza han recuperado la fe. Creen decididamente en sus dirigentes, en su equipo, en el nuevo proyecto deportivo que ahora presenta la entidad. Por ello, la afición respaldó a los jugadores con devoción y vehemencia, sin restricciones, sin disimular su entusismo ante la nueva etapa que se avecina. El sentimiento es unánime y sincero, y está acentuado por el periodo de inestabilidad que venía azotando al club en las últimas campañas. Al mismo tiempo, la hinchada también reclama paciencia, tranquilidad y tolerancia, consciente de que el recorrido hacia la élite, con la plantilla aún por diseñar, sigue contemplando numerosos obstáculos. 


En su intento por restaurar su dañado prestigio, el Real Zaragoza no estará solo: contará, de nuevo, con el respaldo masivo de la afición. «Yo confío mucho en el  nuevo proyecto, en los nuevos propietarios», explica Carlos Labarta, abonado zaragocista desde hace 22 temporadas. El aficionado, socio número 2.336, considera «esencial» la marcha de Agapito Iglesias. «A partir de ahí, ya tenemos motivos para ser optimistas», añade Carlos, quien, no obstante, también recuerda la dificultad del reto: «Todavía estamos empezando. Con el equipo aún por hacer, es muy pronto para sacar conclusiones y para plantearse grandes objetivos. Sin embargo, yo creo que podemos realizar una buena temporada y, por qué no, también ascender», advierte.   


El mismo discurso presenta Luis Villaverde, quien acudió al partido acompañado por su familia. «Nuestra plantilla es totalmente nueva, mientras que otros clubes ya tienen el equipo mucho más compacto», observa el seguidor blanquillo, quien llegó a creer que el Real Zaragoza «estaba condenado irremediablemente a la desaparición», el pasado mes de junio, «porque pasaban los días y no salía ninguna opción clara que se hiciera con la propiedad». 

«Será complicado luchar ya mismo por el ascenso. Sin embargo, noto que el público está ahora muy entregado. Por lo que te lo que tengo entendido, hay numerosos aficionados que ya han sacado su abono, lo que ya es un gran punto a favor», añade Luis, que espera que el respaldo de la afición tenga un efecto expansivo en el terreno de juego. El nuevo reto

También Ángel Vallespín considera factible «luchar por el ascenso», aunque, para ello, subraya la necesidad de «iniciar la temporada con resultados positivos» para que el entusiasmo actual «no se pierda». «Los nuevos dirigentes afrontan un reto muy bonito: volver a levantar al Real Zaragoza. Y eso debe servir de estímulo para todos», señala Ángel, quien presenció el encuentro con su hijo Alejandro. «Si se pelea en el campo, todo es posible; incluso subir. He sufrido mucho en los últimos años; pero ahora, con este nuevo proyecto, estoy realmente ilusionado», confiesa el propio Alejandro. 


«Vamos a subir, no tengo ninguna duda», afirma, por su parte, Javier Sancho. «Los nuevos propietarios se están manejando con criterio, aunque habrá que tener paciencia porque el equipo es joven e inexperto», añade. «Sin Agapito, se ha abierto una etapa ilusionante», interviene su acompañante, María José Ligorred, quien dice que la afición, en este nuevo periodo,  presenta «una cara mucho más optimista». Este es, precisamente, el discurso más pronunciado por la afición. El zaragocismo ya se ha expresado. Y lo ha hecho con una amplia sonrisa...