El aplazamiento del arranque de la Segunda División anunciado ayer por la Liga de Fútbol Profesional ha sido recibido con una satisfacción contenida entre la dirigencia del Real Zaragoza. Las circunstancias excepcionales que han envuelto a la entidad y que han hecho retrasar notablemente la confección de la plantilla provocan que este retraso suponga un balón de oxígeno en las oficinas del club. Un alivio en forma de tiempo ganado tanto para ultimar las incorporaciones que restan por acometer como para que Víctor Muñoz pueda seguir con su trabajo de conjunción de una plantilla que ha recibido muchas novedades. 

"Pese a que no queremos entrar a valorar la decisión, es cierto que nos vendrá muy bien. Está llegando gente nueva al equipo y todavía siguen faltando unos cuantos nombres más por venir. El retraso facilita mucho el proceso de armar y conjuntar la plantilla. Permitirá que los jugadores se vayan conociendo y que interioricen lo que quiere el entrenador de ellos", aseguró ayer Ángel Martín González. 

El director deportivo, que está liderando la ardua tarea de confeccionar a contrarreloj un plantel competitivo, no se esforzó en disimular su alegría ante este guiño inesperado. Las limitaciones temporales ya no son tan apremiantes. "Ganar una o dos semanas es importantísimo. A nadie se le escapa que, pese a que iniciamos la pretemporada hace tiempo, hemos trabajado con jugadores que no van a entrar en el plantel final. Cada día ganado es positivo para que los futbolistas cojan el ritmo. Además, no tendremos tanta presión con los fichajes que restan por hacer. Ya teníamos previsto rematar la plantilla en la última semana de agosto y así los nuevos jugadores ya no vendrán con el campeonato comenzado", prosiguió el ejecutivo madrileño.

Martín González evitó hacer valoraciones sobre el hecho que ha motivado esta polémica: la permanencia o no del Real Murcia en la Segunda División. "No entendemos la situación que se ha generado. Tampoco entendemos que se esté valorando una Liga integrada por 23 equipos. Pero no podemos opinar sobre el asunto porque no está en nuestras manos, es algo que no depende de nosotros y que se tiene que solucionar en otras instancias", adujo el arquitecto del proyecto deportivo. 

Eso sí, transmitió el mensaje de que no se trata de un hecho positivo para la imagen exterior que proyecta el fútbol español. "Es evidente que polémicas como esta no favorecen en nada al fútbol español. Dan una imagen que no se corresponde con el nivel de los clubes y de la competición. Por eso esperamos vivamente que se solucione de la mejor de las formas para todas las partes", apostilló. Ceñirse a la normativa

Por su parte, Christian Lapetra, el presidente zaragocista, pronunció un discurso mucho más institucional y de escrupuloso respeto a la legalidad vigente: "El Real Zaragoza se atiene a la normativa y respetará lo que se decida en el ámbito de la Liga de Fútbol Profesional, entre todos los equipos que la componen. Aceptaremos con el máximo respeto las decisiones que adopten". 

A pesar del tiempo ganado, la labor a desarrollar es ingente. Únicamente la línea defensiva está perfilada. Falta por reunir una delantera de garantías, reclutar a un portero que aporte experiencia y concluir con algunos retoques en el centro del campo.