Entrevista a Julio Velázquez (II): "No me gusta robotizar al jugador"

Tras su debut en Albacete acomete una transformación táctica, de comportamientos, de mecanismos. ¿Por qué optó por tres centrales y carrileros?Antes de nada, quiero decir que yo no creo en los mecanismos. Yo creo en las intenciones. Es algo distinto. No me gusta robotizar al jugador. Para mí es fundamental el análisis de lo que tengo, de los perfiles disponibles. Cómo puedo generar las complementariedades más interesantes para el equipo. Situar al equipo de una manera u otra también está determinado por lo que tenemos a disposición, y en ese momento teníamos a los dos laterales izquierdos lesionados. En función de los perfiles, decidí jugar con una base de tres y carriles. Pero si os fijáis no jugamos igual contra el Leganés que en otros partidos. El pasillo interior lo hemos ocupado de diferentes formas, con distintas alturas. Hemos variado de un mediocentro a dos, con una tercera altura con uno o con dos, con un delantero o con dos… Hemos ido modificando.

¿Y lo que pareció un recurso coyuntural puede tener ahora continuidad y ser el discurso principal?Dependerá de cómo evolucionen los jugadores lesionados, de cómo evolucionen los que están sanos, dependerá de enero, de si se incorpora alguien o no… Lo importante más que la estructura es la identidad y ser competitivo.

¿No tiene, entonces, un ‘dibujo’ de cabecera?No creo en eso. En el fútbol actual, los equipos deben tener variabilidad y capacidad de dominar diferentes estructuras. En los partidos de hoy tenemos diez sustituciones, y hay que tener respuestas a todo lo que vaya demandando el encuentro. Cada equipo en que he entrenado es distinto. El estado condicional, emocional, conceptual de los jugadores es diferente. También las posibles complementariedades. En base de lo que tienes, hay que ubicar a los futbolistas en los espacios idóneos para que el equipo tenga identidad.

Lo comentaba antes. Su propuesta intenta fomentar más la libertad del futbolista. Hay una mayor consciencia espacial a nivel ofensivo. ¿Prefiere, así, jugadores que se relacionen con cierta libertad a jugadores más posicionales o encorsetados?Los jugadores deben tener responsabilidad. El entrenamiento consiste en generarles hábitos y darles herramientas para que puedan identificar comportamientos en la competición. Los partidos son dinámicos y variables. Cada oponente, te exige diferentes respuestas. El fútbol no es dos más dos. Hay muchas connotaciones. Hay que tener claro lo que somos como equipo. El jugador debe tener esa libertad, pero bien entendida. Durante la semana, hay que darle las herramientas para ello. Entender esos espacios para atacar, pero también para defender, cuándo hay que ocuparlos y cuándo no… Ni me gusta el fútbol robotizado, ni tampoco la libertad absoluta. Hay que comprender el juego.

¿Cómo ha convencido a un futbolista habituado a jugar cerca del área rival como Germán Valera a reinventarse como carrilero?Bueno, un jugador con 21 años no se está reinventando. Está identificando más bien adónde puede llegar. Con 30 años, igual sí. Creo que en el fútbol no hay que hacer por hacer. Hay ciertas posiciones en ciertos espacios que demandan unos esfuerzos. Y no solo vale con el querer, también hay que poder. Dar respuesta a esas demandas energéticas. Estoy encantando con Germán. Es un jugadorazo que ahora necesita tener continuidad. Tiene cosas muy interesantes para el alto nivel. Es verdad que somos aquello dónde nos han puesto toda la vida. Pero lo importante es el querer, el poder, como decía, y el entender e interpretar. No podemos negar, eso sí, que Germán donde más nos va a dar es cerca de la portería rival. Pero, ahora, por diferentes circunstancias el equipo lo ha necesitado en el carril. Valoro mucho que un jugador así, que se ha desarrollado en otra posición, ha priorizado el nosotros sobre el yo.

Quizá la clave para ver ese Germán más genuino y desequilibrante sea asentarse más tiempo en campo rival.Sí. El jugador tiene claro que quiere ayudar al equipo. Estoy muy agradecido por todo lo que nos da. Si consigue continuidad, está llamado a hacer cosas muy bonitas en el fútbol.