REAL ZARAGOZA 

Escribá: "Debemos abstraernos del ambiente y el runrún, que nos puede poner nerviosos"

El entrenador del Real Zaragoza, a 48 horas de recibir al Oviedo en La Romareda este lunes, admite que el problema principal del presente es acumular dos meses sin ganar en casa: "Algo a nivel mental hay", afirma.

Fran Escribá, entrenador del Real Zaragoza, en la rueda de prensa de este sábado previa al partido del lunes con el Oviedo.
Fran Escribá, entrenador del Real Zaragoza, en la rueda de prensa de este sábado previa al partido del lunes con el Oviedo.
Álvaro Sánchez

Fran Escribá vuelve a La Romareda al frente de su Real Zaragoza dubitativo del último bimestre. Este lunes cerrará la jornada 14 frente al Real Oviedo dentro de una espiral de malos resultados (solo ha sumado 6 de los últimos 24 puntos disputados) en la que, sobre todo, destaca que el equipo aragonés acumula cuatro partidos seguidos ante su masiva afición (28.882 abonados y porque se tuvo que cerrar el cupo del aforo por no caber más) sin brindar una victoria: empate 1-1 con el Racing de Santander y derrotas en serie ante Mirandés (0-1), Alcorcón (0-2) y Eibar (2-3). El técnico tiene asumido que por ahí, por no saber ganar como locales, surge el principal inconveniente a solventar de inmediato, sin más demora.

"Sin duda que ese es problema principal. Y yo quiero que lo tomemos de dos formas. Por un lado, que sepamos que nuestra gente siempre está ahí y su apoyo lo tenemos, nos ayudan y nos empujan. Y por otra parte, debemos abstraernos de ese ambiente, que nos puede poner nerviosos por ese asunto de que en los últimos partidos les hemos fallado", dijo Escribá, dejando en el aire por primera vez el histórico temor al efecto contrario que vienen manifestando muchas plantillas zaragocistas en los últimos años cuando de jugar en La Romareda se trata: el apoyo, el ambiente de Primera División, acaba siendo contraproducente para muchos jugadores, que no están cómodos con tanta presión.

"Hay que intentar romper esta mala racha, esta dinámica en la que estamos. Yo digo que los resultados en casa han sido peores que las sensaciones. Pero, obviamente, hay que revertir esto. Sabemos que el apoyo de la afición va a estar y, ante un buen equipo como es el Oviedo, tendremos que pasar diferentes fases del partido juntos", prosiguió en su relato el técnico valenciano, solicitando de soslayo de nuevo el 'factor unidad'.

Y es que Escribá teme una fractura entre el césped y las tribunas, hecho que todavía no se ha producido este año pese a la horrible racha de los últimos dos meses. El entrenador sabe que un nuevo fallo este lunes ya sí podría desencadenar efectos no vistos desde agosto.

"Debemos abstraernos del ruido que pueda haber alrededor, del runrún que pueda haber si en algún momento del partido no estamos bien. Sabemos que, a nuestra gente, en el momento en el que le demos buen juego y vea que estamos metidos, nos va a apoyar, con independencia de que venimos de malos resultados. La afición no debe ser un peso, aunque a veces la presión sea muy grande", subrayó, ya sí, abiertamente. 

El problema tiene un sustrato "mental"

¿Qué le está pasando al equipo después de su impecable y ya cada vez más lejano comienzo de liga, donde fue líder al ganar consecutivamente las cinco primeras jornadas? Escribá deja en el aire sus devaneos, sus certezas y sus cuestiones intangibles: 

"Sobre lo que nos está pasando... piensas mil cosas. La parte física sé que no es. Con todos los datos que tenemos, al equipo lo ves siempre bien, está súper analizado. Yo lo achaco, un poco... el jugador se ve afectado por venir de un partido que gana 0-2 y le remontan en los últimos minutos; antes, te marca el Mirandés y te gana también en los últimos instantes; el otro día en Burgos también... El del Eibar, asimismo, por supuesto. Se han dado varios resultados parecidos...", empezó respondiendo sin precisión, antes de acudir a lo más contundente.

"Evidentemente, algo a nivel mental hay. En la vida, no solo en el fútbol, cuando algo así te ocurre varias veces seguidas, empiezas a pensar que igual te ocurre otra vez. Creo que, en lo mental, debemos tratar de tener la cabeza muy limpia. Hay que pensar que el fútbol, normalmente, estas cosas adversas te las devuelve", expuso. Escribá achaca, pues, a un problema de índole anímica y de carácter la razón del desvanecimiento reiterado del equipo en partidos que llegan ganados a los últimos minutos y se acaban yendo por el sumidero.

"No es un tema de concentración ni de mala atención. Creo que no lo es. Pero sí que nos está afectando por el hecho de ocurrir varias veces seguidas. Hay que ser fuertes en el apartado mental. Ahora, los partidos duran mucho con los añadidos. Parece que estás en los últimos minutos y resulta que aún resta un cuarto de hora real. Hemos de adaptarnos a esto, que provoca que la recta final de todos los partidos sea muy peligrosa", reiteró en su explicación Escribá. 

El entrenador zaragocista concluyó su clarificadora rueda de prensa, en el ámbito analítico de las máculas que están afectando a su plantilla, con un último aderezo: "Ahora mismo, parece que solo encajamos goles en los últimos minutos. Si mirásemos el último año, desde que yo estoy aquí en Zaragoza, seguramente habrá tantos partidos en los que nos ha sucedido esto como al revés, en los que hemos sido nosotros los que hemos sumado puntos en los últimos minutos. Pero siempre nos quedamos con lo reciente. Y eso, es verdad, es que nos están haciendo demasiado daño a menudo con goles en el aumento y con remontadas", apostilló. 

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