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Cristian sigue sin entrenar con el grupo

El portero argentino aún no está recuperado. De su evolución esta semana depende que Escribá deba elegir entre Poussin y Rebollo para el partido contra el Eibar

Momento en el que Cristian Álvarez se marcha del estadio Nacional de Andorra tras sufrir la lesión.
Momento en el que Cristian Álvarez se marcha del estadio Nacional de Andorra tras sufrir la lesión.
Prensa2

Hay que esperar a los próximos días, pero el regreso de Cristian Álvarez para el partido contra el Eibar sigue en el aire. El portero argentino no se ejercitó con el grupo este lunes en la vuelta del equipo al trabajo tras el partido contra el Sporting y trabajó al margen, en el gimnasio, junto a Francho Serrano, otro de los lesionados.

El objetivo marcado en la recuperación de la pequeña rotura muscular que sufrió en Andorra era el partido del próximo sábado contra el conjunto armero, pero, a estas alturas de la semana, esa disponibilidad está aún sin confirmar. De su evolución y sensaciones en los dos próximos días va a depender, en gran medida, que Fran Escribá deba elegir entre Gaetan Poussin y Dani Rebollo, toda una papeleta tras los sucesos de Gijón con el portero francés.

Si Cristian mejora y cumple la mejor de las previsiones, Escribá se ahorrará esa envenenada y delicada disyuntiva, pues el argentino y capitán sería el portero contra el Eibar. Si no es así, cualquiera de las decisiones que tome para la portería será observada con lupa. Si juega Poussin, porque el redoblará la confianza en un futbolista que viene discutido en las dos últimas jornadas y que le costó puntos al equipo en Gijón. Si entra Rebollo, el teórico tercer portero del escalafón, porque será entendido como una señal clara al rendimiento de Poussin. Tome la dirección que tome, Escribá no lo tiene sencillo.

Precisamente, el portero francés se entrenó este lunes en la Ciudad Deportiva con total normalidad dentro del programa específico de trabajo de los guardametas. Acompañado por Rebollo y Acín, el cancerbero del Deportivo Aragón, y bajo la supervisión del preparador Mikel Insausti; Poussin realizó las tareas correspondientes. Después de su fallo del otro día en El Molinón, ha monopolizado todos los análisis y juicios sobre el partido del Real Zaragoza en el Sporting. Un protagonismo incómodo que viene digiriendo poco a poco, entrenamiento a entrenamiento.

En caso de que no se recupere a tiempo Cristian -Escribá ya apuntó el viernes que la idea era que pudiera estar para la cita contra el Éibar-, el entrenador deberá gestionar un asunto espinoso. La Romareda, como es conocido, es un lugar inhóspito para porteros con los antecedentes de Poussin. El ambiente que se pueda generar en torno a él puede afectar de lleno al equipo.

Fran Escribá, la temporada pasada, ya vivió en un episodio similar. Con Ratón discutido durante una lesión de Cristian, el entrenador acabó dándole la portería a Rebollo. Lo hizo, eso sí, cuando menos se esperaba, en el derbi contra el Huesca en La Romareda, después de que Ratón ya se hubiera afianzado durante algunos partidos en el puesto. Quizá, si el sábado se jugara fuera, Poussin tendría más opciones de continuar en la portería. Recuerda el caso, en cierto modo, a lo vivido la pasada campaña también con Pape Makhtar Gueye, de quien Escribá dijo que prefería no alinear ni sacar en La Romareda por el ‘run run’ que generaba en la grada su presencia en el equipo después de semanas y semanas de precaria aportación al equipo.

Política de tres porteros

Escribá ya articuló un discurso con líneas críticas con Poussin el pasado sábado y es el primero que conoce lo delicado del asunto. «A Poussin hay que reforzarle, apoyarle, porque va a pasar una mala noche, una mala semana. Pero debemos ser críticos. El jugador tiene que darse cuenta de que parte de lo del otro día y lo de hoy está en nosotros mismos. Si cometemos errores graves, es mucho más difícil», analizó el entrenador tras el partido.

En todo caso, desde el mes de mayo pasado, la política del entrenador y de la dirección deportiva era elevar el nivel de la posición con tres porteros de garantías y que Cristian sintiera el aliento de la oposición diaria durante los entrenamientos. Así, se decidió renovar a Rebollo, pero no con su rol de la pasada temporada: volvería a tener dorsal del filial, pero no jugaría con ese equipo.

Sería, a efectos plenos, jugador de la primera plantilla. Y también buscó en el mercado otro guardameta más para el puesto. Alguien con ciertas garantías y capacidades para desafiar a Cristian Álvarez y preparar una transición de futuro. Así, Juan Carlos Cordero apostó por Poussin.

Ahora, toca esperar. Cristian aún no está descartado y su recuperación ahorraría muchas preocupaciones en los próximos días. «Está bien, pero no vamos a tomar riesgos. Si fuera la jornada 40, a lo mejor, pero ahora no le da para llegar al partido en condiciones. Él pensaba desde el principio que era poca cosa y así ha sido, creo que la próxima semana podrá estar ya en condiciones», avanzó Escribá el pasado viernes antes de viajar a Gijón.

Nadie más que el entrenador desea que esos plazos se puedan cumplir y Cristian pueda entrenarse y preparar el partido contra el Eibar.

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