Fran Escribá: "Pasó lo que no podía pasar"
El entrenador del Zaragoza defiende su nuevo dibujo y dice que «dos errores nos han costado dos puntos»
El rostro y el tono de Fran Escribá dejaban ayer traslucir la magnitud del golpe que se llevó el equipo en Gijón. El Real Zaragoza tenía el partido ganado, pero dos errores tremendos, uno de Toni Moya en la salida de balón y otro de el portero Poussin permitieron al Sporting empatar el 0-2 favorable al equipo aragonés.
El entrenador valenciano dijo que en El Molinón «pasó lo que no podía pasar». «Hemos tenido dos errores, es difícil de explicar que ocurran situaciones como estas en esta categoría», señaló el entrenador del Real Zaragoza. No pudo evitar citar el prolongado descuento que dio el árbitro del partido, sobre todo si se compara con el que vio La Romareda ante el Alcorcón: «Hoy nueve minutos, se había perdido tiempo, pero el criterio es incomprensible».
Sobre el partido, señaló que el equipo está fastidiado porque fue un choque «muy bien jugado», en el que su equipo había «generado». «Nos metía de nuevo en la victoria cuando vienes de unas semanas en las que estábamos irregulares», dijo.
Sobre el triste protagonista del partido, dijo que «a Poussin hay que reforzarle, apoyarle, porque va a pasar una mala noche, una mala semana». Pero añadió que «debemos ser críticos». «El jugador tiene que darse cuenta de que parte de lo del otro día y lo de hoy está en nosotros mismos. Si cometemos errores graves, es mucho más difícil», apuntó en referencia al fallo del francés. No pasó por alto el error de Toni Moya en el primer tanto: «En el gol (el primero)acabábamos de recuperar un balón... Las hemos entregado las dos nosotros».
Sobre el portero y su estado anímico, dijo que «el vestuario es muy bueno» y que «Poussin es un tío muy querido, un profesional excelente». «Su comportamiento es buenísimo. La obligación de todos es apoyarle. Estamos fastidiados, pero debemos apoyarle. Todos nos hemos equivocado en algún momento y debemos recuperarnos», dijo.
La consecuencia de estas dos acciones puntuales es que «el resultado afea un gran partido del equipo». «Somos un equipo difícil, pero es una lástima no haber ganado aquí por la gente que nos ha acompañado», señaló Escribá en referencia a la afición.
El entrenador levantino explicó su cambio de sistema. Ni rombo ni doble pivote, como hasta ahora: «Mi dibujo era un 4-3-3. Marc (Aguado)tenía la misión de controlar su segunda línea, y con Jaume (Grau) y Maikel (Mesa) apretar a sus medios. Lo hicimos bien. Nuestros extremos iban a apretar. El 4-3-3 nos permite tener más control de juego y que Maikel llegue con peligro. En pizarra salió perfecto, y se nos estropeó por errores que han costado dos puntos».
Escribá sentenció que no sabía cómo explicar la derrota: «Es el clásico partido que tiene una explicación sencilla, pero resulta incomprensible. Controlamos muy bien el partido, fuimos superiores. Ellos recurrieron al centro lateral, pero no tenían claridad».
