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Poussin coge turno en la portería del Real Zaragoza
La lesión de Cristian Álvarez, pendiente de pruebas médicas para confirmar el grado de su dolencia muscular, cede el testigo a la gran apuesta de Juan Carlos Cordero para potenciar la demarcación.
El Real Zaragoza se ejercitó este viernes bien entrada la mañana después del regreso de madrugada desde Andorra y una imagen sobresalió por encima de todas las demás en el campo de entrenamiento de la Ciudad Deportiva: la conversación de unos minutos que mantuvieron en una de las esquinas el técnico Fran Escribá y el preparador de porteros Mikel Insausti.
La lesión de Cristian Álvarez en los minutos finales del encuentro frente al Andorra pone al frente de la actualidad la portería del Real Zaragoza y rescata la figura de Gaetan Poussin, guardameta inédito hasta el jueves y que será el encargado de defender la posición, al menos, contra el Alcorcón el próximo domingo tras su debut en el Estadi Nacional.
Cristian Álvarez no participó en la sesión de este viernes y está a la espera de que en las próximas horas se le cite para las pruebas médicas que concreten el grado de la dolencia que sufrió en Andorra. El problema es muscular y las primeras exploraciones son positivas, pero aún no hay un diagnóstico preciso y la prontitud del partido contra el Alcorcón deja apenas sin opciones al capitán para ese día.
“Cristian ha notado algo. Hay que hacerle pruebas, pero raro será que llegue al domingo. Lo vamos a cuidar. Tenemos dos excelentes porteros y para eso tenemos la plantilla que tenemos”, explicó el entrenador del equipo, Fran Escribá, a la finalización del encuentro.
De este modo, el guardameta argentino, quien este fin de semana está convocado en el programa de las Fiestas del Pilar al ser reconocido como Hijo Adoptivo de Zaragoza, deberá pasar por la máquina de ecografías en las próximas horas para comprobar el alcance de su lesión.
Llega así el turno de Poussin, fichado este verano desde el Girondins de Burdeos con el objetivo de que levantara, en una terna completada por Dani Rebollo, una competencia de garantías a Cristian Álvarez, con cuya jerarquía, ascendencia en el club y trayectoria se ha apropiado de la titularidad.
Poussin, de 24 años, es un gran desconocido. En Andorra, apenas tuvo situaciones de parar en los 15 minutos que estuvo en el campo. Pero ha llegado al club como apuesta firme de Juan Carlos Cordero para preparar el relevo de Cristian en la portería. Poussin firmó para tres temporadas después de un acuerdo de traspaso a cambio de derechos futuros con su anterior club, el histórico Girondins, donde Poussin había desarrollado toda su carrera.
Es un portero de físico poderoso. No es alto según los cánones de la posición, mide 1,86 metros, pero sí posee una anatomía atlética y explosiva. Llegó a ser internacional en todas las categorías inferiores de la selección francesa. En Burdeos, vivió, en el primer equipo, siempre a la sombra del histórico Benoit Costil, hasta que asaltó la titularidad en el tramo final de hace dos temporadas. El pasado curso fue fijo en la Ligue 2, en un curso en el que a su club se le escapó el ascenso directo en las últimas jornadas. Fue el sexto portero menos goleado de es categoría gracias, en parte, a la buena defensa de su equipo. El estilo de juego del Girondins permitió que Poussin fuera el portero líder de la Ligue 2 en pases y precisión de pases. Tiene un aceptable manejo del balón con los pies, agilidad y reacción entre los palos y una buena lectura y control de los centros: es un portero solvente en ese tipo de acciones aéreas. Además, es rápido en la cobertura de las defensas adelantadas.
Un portero diferente a Cristian a quien el fútbol comenzará a medir en el Zaragoza desde el próximo domingo. Del alcance de la lesión del argentino y de su respuesta entre los palos, dependerá que crezca su candidatura para consolidarse en la posición y abrir un debate durante muchos años cerrado en esta demarcación en el Real Zaragoza.
