fútbol
Real Zaragoza: el liderato exige ganar en Cartagena
El conjunto aragonés sufre las ausencias de Francés y Azón, pero no hay peros para un conjunto que anhela estirar su buena racha.
Ganando, también en el fútbol, se suma como de ninguna otra forma. Ganando y sumando son gerundios esenciales para alcanzar los objetivos. En el caso del Zaragoza, ascender de una vez por todas a Primera y, si se puede, que esta broma en Segunda ya está siendo demasiado larga y pesada, decir hasta nunca a la categoría de plata como campeón. Por si había alguna duda acerca de la idoneidad de ganar, Escribá lo dejó muy clarito antes de partir rumbo a Cartagena. "La idea es ganar, eso es lo primero, lo siguiente es ganar jugando bien. Hay que jugar lo mejor posible, pero lo primero es ganar", reiteró el técnico del Real Zaragoza.
Ganar es maravilloso. Todo pinta bien cuando la tabla clasificatoria sonríe. Da igual que el Valladolid no hubiera jugado peor en La Romareda, o que el Tenerife hubiera jugado mejor en Tenerife. Porque, a fin de cuentas, mandan las cuentas. Y el Real Zaragoza, juegue mejor o menos bien, siempre se ha mostrado más eficaz que su rival en las cuatro primeras jornadas del curso. Así se está forjando este Zaragoza de récords de victorias consecutivas, y más aún con la portería a cero. Sin ninguna duda, ese es el camino a seguir para atrapar el anhelado ascenso.
Pero, cuidado, porque ningún éxito inmuniza. Después de cuatro jornadas, el peligro que encierra la quinta fecha vuelve a ser real. El liderato, esa primacía arrebatada en la noche del viernes por el Espanyol asaltando el campo del Levante, exige una victoria hoy en la fortaleza del Cartagena. Ojo: nunca ha ganado el Zaragoza en el estadio Cartagonova, nombre romano de la ciudad fundada por Asdrúbal el Bello (no la fundó su sucesor, Aníbal, el que atacó Roma con un ejército ¡con elefantes!) en el año 227 antes de Cristo. Ya llevan un tiempo en Segunda División los dos, y no... Allí marcó su primer gol en Liga Iván Azón, y nanay. El año pasado perdimos por un gol de De Blasis ayudado por la mano, y tampoco. A ver si hoy es el día, que ya toca.
La semana ha sido plácida. Quién lo diría, con Francés, el gobernador de la defensa, y con Azón, el ariete, concentrados con la Rojita. Hoy causarán baja en la nómina zaragocista. También ha recibido cuidados intensivos durante las semana Germán Valera, ese joven pelotero que tanto nos gustó en su estreno como titular ante el Eldense. El propio Valera fue la única modificación que ha hecho Escribá desde el inicio del curso. El aforismo de que no conviene mover lo que funciona también se cumple en el Zaragoza. Por cierto, se ha recuperado Valera. Sí, la gente se suele recuperar antes cuando las cosas chutan... E incluso uno se acuerda menos de las ausencias, aunque desarrollen el rol dominante de Francés y Azón.
Habrá cambios obligados, por tanto, en Cartagena. Cambios nominales y probablemente posicionales. Lluís López entrará por Francés, aunque Mouriño también gusta al cuerpo técnico. El caso es que, si no jugara Lluís, sería matar a Lluís, pues lo hizo bien el pasado curso cuando fue necesario. Y con el mismo entrenador...
El enigma Azón presenta más incógnitas. No es lo que anota, sino lo que aporta números al margen: estira el equipo, es el primer defensa, condiciona el dibujo rival... Una pasada, Azón. Bakis ejercerá como referencia ofensiva, como delantero de estar. La duda estriba en el delantero de llegar. Manu Vallejo aparece bien desde atrás, Mollejo no conduce mal entre el tráfico defensivo rival, Enrich ya tiene un nombre en la categoría. Escribá dispone de cartas para jugar la partida. Enfrente aguarda el Cartagena de Víctor Sánchez. Manolo Breis, periodista metido a director deportivo (aunque dicen que el presidente, Paco Belmonte, también corta), cerró la plantilla tarde, aunque han hecho un equipo guapo repleto de exjugadores del Huesca, además de Juanjo Narváez. Cordero fichó antes. Por eso, entre otras razones, va tan bien el Zaragoza. Para seguir tan bien, para ser líderes de la Segunda División, solo habrá que conjugar ese verbo esencial llamado... ¡Ganar!
