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Recuerdos en blanco y negro del primer derbi aragonés

El campo de Torrero acogió en la Nochevieja de 1950 el primer encuentro entre zaragozanos y oscenses. Los locales, muy superiores, vencieron por 3-0 en un resultado que fue "corto".

Recorte de la crónica publicada en HERALDO DE ARAGÓN del primer derbi aragonés.
Recorte de la crónica publicada en HERALDO DE ARAGÓN del primer derbi aragonés.
Heraldo.es

Para recuperar el primer enfrentamiento entre el Real Zaragoza y el Huesca, hay que remontarse a hace más de 70 años. Concretamente a la Nochevieja de 1950. El Real Zaragoza y la entonces Unión Deportiva Huesca, que compartían plaza en Segunda División, se citaron en el viejo campo de Torrero en el que sería el primer precedente de un encuentro entre zaragozanos y oscenses.

En aquella época, el Real Zaragoza contaba con un equipo muy superior ante un Huesca que debutaba ese curso en la segunda categoría del fútbol nacional. A los locales les entrenaba Urquiri, un vasco con experiencia en el Hércules, el Deportivo y el Málaga, y a los visitantes Lelé, un gallego que después llegaría a dirigir al Dépor en Primera a principios de los 60.

Era la jornada 15ª y el Zaragoza llegaba lanzado, peleando por el ascenso con el Sporting de Gijón y el Logroñés, mientras que el Huesca estaba en la zona media de la tabla del primero de los dos grupos que componían la categoría de plata.

Según los relatos de la época, el partido generó una notable expectación entre los aficionados que se congregaron en las gradas del campo de Torrero. El Zaragoza formó con Candi, Gonzalvo II, Pica, Calo, Jugo, Rosendo Herández, Urra, Daví, Luis Belló, Morales y Noguera. Mientras, los oscenses alinearon a Garatea, Calatayud, Pablito, Hernández, Samuel, Navarrete, Irureta, Félix, Moreno, Badal y Solanas.

La superioridad zaragocista se hizo patente desde el inicio y, ya en el minuto 2, el delantero Morales anotó de cabeza el primer tanto. Los blanquillos acumularon ocasiones durante toda la primera mitad y el Huesca apenas inquietó al guardameta Candi. Luis Belló, que falleció el pasado domingo, fue el gran protagonista del tramo final del encuentro. El futbolista murciano, que después sería el entrenador de los dos primeros títulos del club, anotó dos goles de bella factura. El primero en el 72 y el segundo en el 77 para sentenciar el partido.

Ambos equipos se marcharon satisfechos con el resultado, justo y corto. “La lesión de Morales ha hecho que por lo menos no marcáramos dos goles más. Es un resultado corto”, dijo el técnico local, que añadió que “un equipo ha salido a jugar y el otro a hacer lo contrario”. El visitante aseguró que dos de los goles “habían sido regalados” pero admitió que “era muy difícil salir con un punto de Torrero”.

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