Un mercado que no anuncia revolución

El próximo lunes se abre el mercado de invierno, donde difícilmente se moverá el Zaragoza. r el momento, los mecanismos de control económico de la Liga tienen atado al club.

Natxo González, entrenador del Real Zaragoza.
Natxo González, entrenador del Real Zaragoza.
Raquel Labodía

El próximo lunes se abre el mercado de invierno para los clubes de fútbol españoles, un periodo hábil de fichajes que ha utilizado con frecuencia el Real Zaragoza desde que Gerhard Poschner abanderara en su día la primera revolución de invierno (7 fichajes) de la sociedad anónima deportiva. Sin embargo, en esta ocasión no parece que las cosas vayan a suceder de idéntica manera o que se vayan a conducir, siquiera, por cauce semejante. A estas horas, la comisión de control económico de la Liga de Fútbol Profesional (LFP) tiene prácticamente cerrada esta ventana al club de la capital aragonesa.

Situado el Real Zaragoza en el techo de gasto para la presente temporada desde el pasado verano, cuando confeccionó la plantilla que dirige Natxo González, se tendrían que dar varios factores favorables en el transcurso del mes de enero para que la actual situación se transformara y se abrieran las puertas al inmediato mercado.

En primer lugar, el Real Zaragoza tendría que incrementar ingresos, habida cuenta que algunas previsiones presupuestarias efectuadas el pasado verano –llevadas a cabo según los criterios que exigen los controles de la LFP­– no se han cumplido, como es, sobre todo, la tocante a ingresos extraordinarios derivados por venta de jugadores. Jesús Vallejo, vendido al Real Madrid; Diego Rico, traspasado al Leganés; o Millán, comprado por el Villarreal, han sido futbolistas que en las últimas campañas han alimentado esta partida de los ingresos.

En segundo término, la sociedad anónima deportiva tendría que acometer alguna o algunas salidas, para abrir el correspondiente hueco en el límite salarial establecido por la Liga.

En el caso de que finalmente se dieran estos dos supuestos básicos, estaríamos ante otro horizonte, más acorde con las situaciones vividas a este respecto la pasada campaña o la anterior, por no remontarnos más en el tiempo.

En el pasado ejercicio, el Real Zaragoza incorporó durante el mercado de invierno a cinco futbolistas: al delantero griego Samaras, que por su brillante trayectoria se convirtió en el gran foco mediático del momento, al guardameta argentino Saja, al centrocampista Edu Bedia y a los defensas Jesús Valentín, que todavía pertenece a la disciplina zaragocista, y Rolf Feltscher.

Pero un giro de esta naturaleza en la plantilla de Natxo González pertenece en este instante al terreno de lo hipotético. Sin entrar en detalles concretos, el presidente del Real Zaragoza, Christian Lapetra, ya se refirió al término de la pasada junta general de accionistas a las dificultades que este año iba a encontrar el club para operar en el mercado de invierno que se abre el primero de enero.

De puertas adentro, la dirección financiera del Real Zaragoza también dio trasladado a la dirección deportiva, encabezada por Lalo Arantegui, y a la dirección general de las complejidades que presenta esta vez el caso, a raíz de las posturas que estaban mostrando diversos miembros de la referida comisión de control económico de la Liga de Fútbol Profesional.

Cuestión aparte en este contexto de limitaciones y controles económicos es la figura del entrenador, porque responde a otras claves. Si por cualquier razón el Real Zaragoza decidiera prescindir de los servicios de Natxo González, los costes de incorporar a un nuevo técnico correrían contra el presupuesto del siguiente ejercicio; es decir, contra los ingresos de la temporada 2018/2019. Podría decirse a este respecto que el Real Zaragoza dispone de mayor margen de actuación, al no toparse con tantas estrecheces económicas.

En todo caso, Natxo González es conocedor de que cuenta con el respaldo del Consejo de Administración, de la dirección general y del director deportivo, según quedó plasmado el pasado día 26, un día antes del regreso de la plantilla a los entrenamientos tras el periodo vacacional de Navidad.

Los dos próximos partidos que debe abordar el Real Zaragoza en La Romareda, frente al Barcelona B, el próximo 6 de enero, y ante el Tenerife, en el primer encuentro de la segunda vuelta, pueden significar el respaldo deportivo al entrenador vitoriano, que llega al ecuador de la campaña necesitado de nuevas victorias, de nuevas señales positivas en el fútbol y rendimiento del equipo.

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