Los cachorros de la liga
Aun con las recientes llegadas de Cristian Álvarez y Toquero, la plantilla del Real Zaragoza es la más joven de la categoría, descontando los dos filiales. Su media de edad no llega a los 25 años y solo tres jugadores superan los 30.
Si hubiera que calificar con un solo adjetivo a la plantilla 2017-2018 del Real Zaragoza, ese no sería otro que joven. Y es que la plantilla que la dirección deportiva del club ha confeccionado, con Lalo Arantegui a la cabeza, está tocada por la varita de la frescura y la ilusión, haciendo de la juventud su principal señal de identidad. La media de edad que arrojan los 21 jugadores con los que a día de hoy cuenta Natxo González (sin incluir los cinco descartes que no entran en los planes deportivos del club y a los que se está buscando salida y el caso especial del lesionado Wilk) se sitúa en los 24,6 años. Si se compara este dato con el del resto de conjuntos de la categoría, el Real Zaragoza cuenta con el plantel de menor edad de Segunda excepción hecha de los dos filiales: el recién ascendido Barça Atlético y el Sevilla Atlético. Asimismo, será el equipo zaragocista más joven de los últimos cinco años.
Si escarbamos en esta fría cifra, se advierte que es el resultado de diversas circunstancias. En primer lugar, de la precocidad de la mayoría de las incorporaciones realizadas: hasta ocho refuerzos no superan la barrera de los 25 años. Son los casos de Verdasca (20), Papunashvili (21), Febas (21), Oyarzun (23), Borja Iglesias (24), Buff (25), Alberto Benito (25) y Eguaras (25).
La teórica inexperiencia que, por su juventud, se les supone a estos jugadores contrasta con el deseo de crecer futbolísticamente y las ganas de demostrar sus cualidades en un club que, a pesar de nadar lejos de su estanque habitual, la Primera División, todavía recibe un importante número de miradas. Un escaparate que no querrán desaprovechar.
Además, y como es lógico, el ascenso de cinco efectivos de un filial como es el Deportivo Aragón también ha traído carne joven al vestuario, con Raí y Zalaya como benjamines con sus 19 años. A pesar de su corta edad, ambos, junto con Lasure y Pombo, ya saben lo que es debutar con el primer equipo. Solo a Delmás le queda pendiente esta asignatura. Los cinco han realizado ya su primera incursión en choques de gran relevancia y han comenzado a adquirir unas tablas en este tipo de compromisos que pueden ser muy beneficiosas a final de temporada. El gran papel que desempeñaron durante el curso pasado en el filial, con el premio del ascenso a Segunda División B, ha llevado a la dirección deportiva a confiar en ellos y hacerles un hueco en este renovado equipo.
El papel de contrapeso de este plantel lo efectuarán hombres como Alberto Zapater (32), indiscutible referente del equipo y conocedor de la dificultad y las peculiaridades de la Segunda División. Como capitán, su templanza ayudará a los más jóvenes a sobrellevar la pesada carga que supone conseguir el ascenso tras cuatro temporadas en el infierno de la categoría de plata.
El ejeano tendrá como compañeros en esta difícil tarea a los dos últimos jugadores que se han incorporado a la plantilla de Natxo González, a los dos jugadores que, junto a él, superan la barrera de los treinta años: el guardameta Cristian Álvarez (31), conocedor del fútbol español tras su paso por Espanyol y Rayo, y el carismático delantero Gaizka Toquero (33).
La experimentada y afable figura del vitoriano, que ya dejó claro el martes en su presentación que abrazaría sin problemas el rol de veterano, también será clave para unificar los esfuerzos de un vestuario marcado por el sello del cambio y conseguir el poso necesario con el que solo las grandes gestas se consiguen.
En la campaña que se iniciará en apenas diez días, el descaro y atrevimiento de los jóvenes, que serán mayoría, tendrá que complementarse y beber de la experiencia y la sabiduría de los veteranos. Este agregado de piezas de diferentes edades y perfiles tendrá que ir encajando, cual puzle, con el paso de las jornadas. Solo hace falta tiempo.
