Lalo Arantegui, ante una ardua operación salida

La edificación del nuevo proyecto pasa por la desvinculación de un elevado número de futbolistas.

Plena confianza de Lalo en la respuesta de la plantilla tras el cambio en la dirección deportiva.
Lalo Arantegui en una rueda de prensa.
Toni Galán

Si escribimos en la libreta los que se quedan, acabaremos antes. La complejidad de la operación salida que está afrontando Lalo Arantegui queda definida por los jugadores que permanecerán el próximo curso a las órdenes de Natxo González. Cuatro, tan solo cuatro futbolistas entrenados en el actual ejercicio liguero por Milla, Agné y Láinez, tienen segura su continuidad en el Zaragoza 2017-18. El resto quedará desvinculado o negociará su situación actual, un proceso que ya ha sido manifestado por los futbolistas a través de las redes sociales o, en el caso de Cani, en una rueda prensa. Las vacaciones ya se han iniciado, y con ellas una operación salida que este año se antoja ardua dado el volumen de jugadores vinculados a través de contrato con la primera entidad futbolística aragonesa.

Continuarán Álvaro Ratón, Zapater, Jesús Valentín y Javi Ros. Zapater y Javi Ros están sujetos a contratos hasta junio de 2018, y Ratón y Valentín, hasta el mismo mes de 2019. De ellos, el joven guardameta Álvaro Ratón ha estado jugando este año en el primer equipo con ficha del filial. Idéntica situación ha disfrutado Jorge Pombo, también con licencia a favor del Deportivo Aragón, que apareció de forma esporádica con Milla y Agné, y fue titular habitual en los 12 jornadas finales de la temporada con César Láinez en el banquillo. Pombo renovó recientemente por el Real Zaragoza con contrato ya del primer equipo.

Del filial, además de Pombo, también ascienden tras firmar por la primera plantilla el delantero Raí, los laterales Delmás y Lasure, y el central creador Zalaya. El capítulo de incorporaciones de otros clubes lo integran hasta el momento Benito y Ángel, laterales fichados del Reus; el central suizo Grippo, que llega desde el Vaduz, club de la capital del Principado de Liechtenstein censado en la liga helvética; y Eguaras, cerebro del Mirandés.

A estos nombres habría que agregar a Cani, futbolista que medita la retirada. El adiós del último gran jugador aragonés del Real Zaragoza, por supuesto, depende de él mismo. Si en unas semanas quiere seguir deleitándonos, lo hará. No obstante, la dirección deportiva del club lleva semanas trabajando con esa variable.

Otros futbolistas con contrato, como Manu Lanzarote, ya son conocedores de la intención del club de prescindir de sus servicios. En el caso de Lanza, ya ha manifestado su intención de quedarse pese a la posición del club. José Enrique, por su parte, ha explicado la posición contraria, y anuncia su marcha pese a la posibilidad contractual se permanecer en la capital aragonesa. El canterano Edu García también comunicó a través de las redes sociales que Arantegui no cuenta con él en el diseño del nuevo Zaragoza. Edu Bedia, por su parte, aunque no ha dicho nada, se ha desvelado que no entra en los planes de futuro.

También hay otras situaciones a afrontar, como las de Isaac, Casado, Fran, Barrera o Xumetra, futbolistas que en principio no trabajarán a las órdenes de Natxo González. Los jugadores que regresan tras ser cedidos (Alcolea, Popa, Jorge Ortí y Jorge Díaz), en un elevado porcentaje, tampoco jugarán en el Real Zaragoza del futuro, un equipo todavía por hacer, con una importante porción de la plantilla por firmar y con una ardua operación salida por ejecutar.

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