Partido para la salvación

El Real Zaragoza puede salvarse esta tarde de forma matemática. Necesita ganar al Rayo en La Romareda (16.00) y que luego pinche el Nástic de Tarragona.

César Láinez, entrenador del Real Zaragoza, dialoga con uno de sus ayudantes, en los campos de la Ciudad Deportiva.
Partido para la salvación
Guillermo Mestre

A las tribulaciones y desazones profundas de la presente temporada les puede dar carpetazo definitivo el Real Zaragoza esta misma tarde si se cumplen dos condiciones básicas: que el equipo de César Láinez se imponga al Rayo Vallecano en La Romareda, en partido que comenzará a las 16.00, y que dos horas después pinche el Nástic de Tarragona en su estadio, en duelo que le enfrentará al Girona, uno de los bloques sobresalientes de la categoría, que aún puja por el ascenso directo a Primera División.

Los análisis de laboratorio no muestran obstáculos relevantes para que se produzcan al tiempo las referidas premisas. Pueden darse ambas perfectamente. ¿Por qué no? La pega es que la realidad futbolística no siempre obedece a los estudios teóricos. A veces, de hecho, se conduce por los caminos menos sospechados.

Un condicionante que no ha influido hasta ahora y que, sin embargo, habrá que atender esta tarde son las elevadas temperaturas. La máxima prevista para hoy en la capital aragonesa es de 33 grados. Sobre el césped de La Romareda, el agobio puede ser sofocante a la hora en que está fijado el encuentro, por razón de las demandas televisivas.

Otro factor difícil de valorar es cómo responderán los organismos de los futbolistas del Real Zaragoza y Rayo al calor, a las muchas horas de vuelo que se acumulan a estas alturas de temporada y al ritmo de juego que entre unos y otros se acaben por imponer. Por la razón que sea, César Láinez ha decidido durante la semana no llevar a cabo entrenamientos de aclimatación. En consecuencia, no ha querido exponer a sus futbolistas a la canícula de estos días pasados, quizá porque a las cuatro de la tarde las temperaturas aún fueron más infernales.

La batalla del club ha estado centrada en otro punto: en rescatar a Marcelo Silva y a Álvaro Ratón de las sanciones que les habían impuesto los comités de Competición y Apelación tras los episodios (tarjetas) de Oviedo. Finalmente, los servicios jurídicos del Real Zaragoza lograron su propósito en apelación al Tribunal Administrativo del Deporte (TAD). Ratón y Marcelo Silva están a disposición de César Láinez desde la media tarde del viernes, posiblemente la mejor nueva de la semana con vistas al encuentro de hoy.

De esta forma, el técnico aragonés no se ve sometido a vaivenes ni en la portería ni en el eje de la defensa, dos zonas sensibles para la arquitectura de cualquier equipo. La lógica primera del fútbol indica que estarán en el once titular, por tratarse de dos piezas fundamentales en los planteamientos del entrenador.

Por lo demás, tomado el encuentro entre Real Zaragoza y Rayo Vallecano con un ángulo amplio, es posible que estemos ante una cita entre iguales, no sólo porque las diferencias sustanciales en Segunda entre la mayoría de unas escuadras sean escasas, sino porque, después de tantos encuentros celebrados, aragoneses y madrileños están distanciados en la tabla clasificatoria por un punto. Uno arriba vive el Rayo. Dicho margen ya no obedece a coyunturas. Es puro relato nuclear.

Acaso el flanco por donde hoy pueda hincar el diente el Real Zaragoza se ubique en las debilidades mostradas por los de Vallecas como visitantes. Se trata de uno de los conjuntos más débiles lejos de su estadio. Eso señala al menos un repaso ligero de sus estadísticas. En todo caso, la relevancia del litigio resulta muy similar para los dos contendientes. Ambos tienen por objetivo la conquista de un triunfo que les libre de sufrimientos últimos, de inquietudes mayores cuando sólo resten dos jornadas para la conclusión de la campaña. Aragoneses y madrileños han visto este año bien de cerca las orejas al lobo.

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