Una victoria más

Los últimos resultados han elevado el precio de la salvación del Real Zaragoza hasta, al menos, los 49 puntos.

César Láinez, en un entrenamiento del Real Zaragoza.
César Láinez, en un entrenamiento del Real Zaragoza.
Daniel Marzo

Fracasado el salto de calidad del Real Zaragoza de Láinez y su última aspiración de agarrarse a metas mayores que la permanencia con la derrotas frente a Getafe y Reus, las últimas jornadas de la temporada reservan al equipo cinco partidos en los que aún debe rematar la salvación. La victoria en Miranda de Ebro hace dos semanas allanó el camino y arrimó ese discreto objetivo de forma virtual, aunque los resultados de las últimas jornadas, con victorias de Almería y UCAM principalmente van a exigir un último golpe de riñón.

El Real Zaragoza afronta esta recta final aún con cierta comodidad. La distancia de seguridad es tan solo de cuatro puntos cuando restan quince por disputarse, pero a su favor cuenta con el tamaño de la pelea: tiene siete equipos por debajo en la clasificación, seis de ellos a cuatro o más puntos.

Teniendo en cuenta que Mirandés (a 13), Mallorca (a 7) y Alcorcón (a 6) –y sendos golaverajes particulares favorables– aparecen ya lo suficientemente lejanos, la alerta del Zaragoza debe fijarse en la última plaza que condena a la Segunda B, la decimonovena, ahora ocupada por el Nástic.

Esa es la referencia actual, los 42 puntos que además del equipo tarraconense computan y comparten Elche, Córdoba y Almería. Es decir, estos cuatro equipos, los cuatro –además del UCAM–, deberían sumar más que el Zaragoza en estas últimas jornadas para mandarlo a Segunda B.

La proyección de la salvación, ahora mismo, está en 48 puntos. Considerando que aún quedan 10 duelos directos, la cifra final es improbable que suba más allá de los 49. Al Zaragoza le faltarían así tres más para sentenciar su permanencia: una victoria o tres empates. Si el Zaragoza llega a los 49 puntos, el pelotón de equipos en 42 puntos debería sacar, al completo, siete u ocho puntos en estas últimas cinco jornadas (además el UCAM debería sumar tres puntos más que los de Láinez).

Elche y Almería deberían subir hasta los 50 puntos porque tienen el golaveraje perdido con el Zaragoza (a falta de resolver posible empates múltiples). Y a su vez, Nástic y Córdoba, con los diferenciales particulares a favor, deberían conseguir 49 puntos.

Este contexto complejo y diverso alivia en cierto modo las tensiones del Zaragoza para las cinco jornadas finales. Aun con todo, estos escenarios no dejan de ser un juego de proyecciones, estimaciones o hipótesis más o menos factibles. En todo caso, los calendarios no juegan en contra del equipo de Láinez. El suyo es duro, con cuatro de los siete primeros clasificados (Cádiz, Oviedo, Girona y Tenerife), pero no es menos complicado que el de otros rivales directos como Córdoba, Nástic o Alcorcón.

O el del Elche, que, viendo lo que le resta (Getafe, Cádiz y Oviedo), podría recibir una estocada muy seria si no gana en casa el próximo fin de semana al Mirandés. Otro ingrediente clave en este tramo final son los duelos directos. El Rayo Vallecano es el equipo con más enfrentamientos de este tipo: aún debe jugar contra Alcorcón, Nástic, Zaragoza o Córdoba. Esto permite dos lecturas: si el Rayo Vallecano va para arriba, será buena señal para los aragoneses. Y si marca un declive, también.

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