¡Qué manera de sufrir!

Las vivencias de César Láinez en el banquillo y en la banda de La Romareda durante la segunda parte ante el Mallorca son las imágenes del zaragocismo actual.

Diversos pasajes de César Láinez a pie del banquillo del Real Zaragoza en la segunda parte del partido frente al Mallorca.
¡Qué manera de sufrir!
Aránzazu Navarro

Pura vida. La expresión de un sentir, de un padecimiento hondo, en las entrañas. Eso destila de la observación de la conducta de César Láinez en la banda de La Romareda durante la segunda parte del partido de este pasado domingo ante el Mallorca. Nervios, por momentos histeria y desesperación. Ansias por ganar un partido clave que estaba bien encarado pero que se torcía minuto a minuto. Gritos, gestos elocuentes de impotencia, ganas de saltar al campo para ser protagonista en primera persona, como en tiempos pretéritos.

Las vivencias de Láinez en esos 45 minutos de agonía, celebrada finalmente con un triunfo vital ante los baleares por 1-0 que distancia al Real Zaragoza del peligro de descenso a Segunda B, resumen y aglutinan en su persona el sentimiento simultáneo de miles y miles de zaragocistas, que sudaron tinta en esos tres cuartos de hora de suplicio hasta que se fraguó la suma de 3 puntos cruciales. Como durante tantos y tantos partidos del pasado reciente.

Son, sus caras, sus rictus, sus expresivas facciones, el espejo de toda la afición. Nadie mejor que César Láinez describe, a través de su comportamiento al timón del equipo en la banda del estadio municipal, lo mal que se está pasando este año. Láinez representa el frenesí de palpitaciones que genera el Real Zaragoza entre quienes lo quieren, lo viven, lo sufren y lo disfrutan cada fin de semana.

Mirar con detenimiento -y cariño- las fotografías de HERALDO DE ARAGÓN este domingo en los últimos minutos del duelo contra los mallorquines, con Láinez en el foco de la cámara, es un ejercicio de alivio, de refuerzo moral. Quien está en el banquillo al frente del grupo lo vive y lo siente como el mayor forofo de la grada o del bar del barrio o el pueblo. A César Láinez, es evidente por lo que dicen las imágenes fijas, le importa mucho lo que sucede. Como al que más. No es un tipo de paso. Y eso es mucho en las circunstancias que concurren en el presente del Real Zaragoza.

Como cantó Joaquín Sabina en el himno al centenario que compuso para 'su' Atlético de Madrid, y tomando la licencia de su letra para trasladarla al momento actual del equipo zaragocista, "¡qué manera de aguantar, qué manera de crecer, qué manera de sentir, qué manera de soñar, qué manera de aprender, qué manera de sufrir, qué manera de palmar, qué manera de vencer, qué manera de vivir!

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