Jean Marie Dongou es un delantero intermitente. Hasta este sábado, en el año natural que lleva en Zaragoza, apenas había celebrado cinco goles. Las lesiones, la preponderancia de Ángel en el puesto de '9', la habitual falta de balones de calidad para los atacantes y el escaso flujo ofensivo en muchos partidos han hecho que el camerunés pasara de puntillas por el conjunto aragonés en sus primeros 365 días como jugador blanquillo.

Dongou apenas ha marcado diferencias en su primer año natural en el Zaragoza. Casi siempre a la sombra de Ángel, la irregular dinámica del equipo tampoco ha jugado nunca a su favor. Una circunstancia que en Huesca, en un partido de tremenda importancia, cambió radicalmente. El joven atacante zaragocista anotó el gol del empate y el de la victoria. El vital 1-1 y el decisivo 1-3.

Primero aprovechó, de cabeza, la pifia del guardameta Sergio Herrera para empatar el derbi y después, con un gran disparo cruzado, le puso el lazo a la victoria. Dongou se marchó feliz y radiante de El Alcoraz, sabedor que el partido ante el Huesca puede suponer un antes y un después en su temporada y en su etapa como futbolista del Real Zaragoza. 

El que ha anotado frente al Huesca es el segundo doblete del camerunés con la camiseta banquilla. El primero lo consiguió a finales del pasado mes de abril frente al Alcorcón en La Romareda (3-1). Hasta este sábado, esa era su mejor actuación como futbolista del Zaragoza. La del Alcoraz, por el crucial momento en el que se ha producido, ya la supera. Esta temporada solo había anotado un gol: el 2-2 ante el Reus en La Romareda el 26 de noviembre.