Confirmado: el Real Zaragoza está inmerso en una severa crisis

El Elche desnuda al equipo de Milla, que queda expuesto a la destitución. El equipo sigue en caída libre camino de la cola de la clasificación.

El Real Zaragoza cae ante el Elche
El Real Zaragoza cae ante el Elche
Toni Galán

El Elche atropelló al Real Zaragoza en La Romareda (1-3) en una penosa primera parte de los aragoneses y ubica a Luis Milla, el entrenador zaragocista, en una difícil situación que podría concluir en su destitución al frente del vestuario blanquillo. Ya son cinco las jornadas que acumula sin ganar un partido (dos empates y tres derrotas), sumando solo dos de los últimos 15 puntos disputados. El efecto inevitable va a ser la caída del Zaragoza a la zona de la cola de la clasificación, las antípodas de donde se encontraba tras la jornada 5ª y de la línea de horizonte a la que exige llegar el futuro de la SAD.


Veinte minutos duró el Real Zaragoza en el campo con cierto orden. Solo con eso, con cierto orden. Porque de juego y combinación, únicamente algunos avances del lateral Fran, mezclando bien con Lanzarote en el arranque del duelo, hicieron pensar que Milla había encontrado una manera de atacar rentable. En ningún caso, no obstante, llevaron peligro real a la portería de Juan Carlos. El cuadro zaragocista solo apuró al arquero visitante en los clásicos córners directos de Lanzarote y en un disparo cruzado de Ángel desde la frontal del área en el minuto 10. Escaso bagaje para desequilibrar un partido que empezó feo, trabado, como tantos otros en La Romareda.


El Elche, agazapado atrás viéndolas venir, no tuvo dificultades para sujetar la casi nula creatividad del centro del campo blanquillo. Y, cuando decidió irse arriba, se fue con todos sus recursos hasta lograr una goleada antes del descanso. El 0-3 del intermedio era definitorio de lo que es hoy en día el Real Zaragoza: un equipo sin plan, sin dirección, sin brújula… un desastre. El giro de bisagra del choque fue el 0-1, en el minuto 28, anotado por Pelayo a bocajarro tras un centro raso de Pedro que se comió toda la defensa, con Marcelo Silva dormido en última instancia. Ahí murió el Zaragoza y ahí se dio cuenta el equipo ilicitano de que la mañana iba a ser muy propicia para sus intereses si no baja el pistón en ataque.


Cuando las dudas ya comenzaron a atenazar a los muchachos de Milla, sin que hubiera un solo resquicio para la reacción (cosa imposible en un bloque pusilánime), llegó el 0-2 como un puntillazo en la nuca. Solo habían pasado 6 minutos del primer tanto cuando Nino aprovechó un gravísimo error de Irureta en un centro de Dorca. A puerta vacía marcó y dejó a los de Milla groguis, vagando por el césped. Dolía ver el marcador, dolió ver que Pedro y Dorca, los dos ex, habían sido los asistentes de los dos tantos franjiverdes, a modo de paradójica casualidad.


A partir de ahí, los caminos por donde podía entrar el partido se redujeron sobremanera. El Zaragoza era un monigote al que el Elche podía hacer cualquier cosa si se empeñaba. Los de Toril, también ansiosos de un éxito sonoro que apaciguara los síntomas de crisis en la ciudad de las palmeras, fueron a por más. Hubo una acción que pudo enganchar al Real Zaragoza al partido: Ángel, en el minuto 40, remató a quemarropa una falta centrada por Lanzarote, pero el gol cantado lo evitó Juan Carlos con el pie, con mucha fortuna. Ahí perdió el equipo de Milla una aislada gatera hacia la vida.


Porque, enseguida, el 0-3 de Pelayo al borde del intermedio, en una pared con Nino que atravesó a Cabrera como cuchillo en mantequilla, evidenció ese hambre de los alicantinos que amenazaba con una goleada histórica en La Romareda.


La bronca envolvió el pitido final del Córdero Vega. Los jugadores zaragocistas se fueron a la ducha rotos y vituperados. Muchos aficionados se marcharon a casa prematuramente. Se produjeron los primeros giros hacia el palco, pañuelo en mano y reproches en boca. Los gritos de ¡fuera, fuera, fuera! se oyeron desde muchos kilómetros alrededor. La situación de crisis, establecida la semana anterior tras perder en Sevilla ante el filial de Nervión, era ya una realidad consumada a esas alturas de este 16 de octubre.


De entrada, en el segundo tiempo, Milla introdujo en el equipo a Juan Muñoz en vez del desaparecido Barrera. El sevillano marró, en la misma jugada, dos remates de gol en el minuto 2, tras una penetración de José Enrique. Otro incidio de que el Real Zaragoza tenía obturados todos los caminos de la resurrección. Para que nada faltase, Xumetra volvió a resentirse del tobillo lesionado hace un mes y pidió el cambio enseguida, dando paso a Edu García. Y, a la desesperada, Milla hizo el tercer y último cambio, retirando del campo al desesperante Morán, suplido por Ros. El Elche vivió con suma comodidad ese primer alboroto de la reanudación. Con 0-3, le daba para eso y para mucho más, claro.


Juan Muñoz, cegado ante el gol en campo propio hasta ahora (solo marca fuera), volvió a marrar un gol hecho en el minuto 14 a pase de Lanzarote. Voleó a placer, en el área pequeña, y disparó al muñeco. Juan Carlos sacó con las manos arriba a córner lo que debió ser el 1-3. Todos los síntomas seguían denunciando el K.O. zaragocista por pura incapacidad propia. Pero el Elche se empeñó en enredar su enorme ventaja, perdiendo balones a granel en la línea media, donde la raza de Zapater y los apoyos de Ángel generaron varias jugadas de empuje sobre el área rival.


Y ahí llegó por fin el tanto zaragocista, por medio de Ángel tras una jugada en el área de Edu García. Faltaban 27 minutos y el terreno perdido era aún tremendo. Toril empezó a mover su banquillo, para romper el ritmo de ‘al abordaje’ impuesto por el Zaragoza a base de corazón. Ángel tuvo en sus botas la acción del segundo gol, en una repetición del 1-3 a pase de Edu García en el 23. Pero no decidió chutar, buscó la asistencia a Juan Muñoz y falló. Se perdió un gol que pudo ser crucial en esa fase del choque.


Definitivamente, el Elche apostó por defenderse atrás. No tenía necesidad de más y quitó de sus objetivos tácticos la portería de Irureta. El partido se trabó paso a paso. Ángel volvió a nublarse en una pelota en profundidad que no supo como rematar. Y las fuerzas de flaqueza que esgrimió el Real Zaragoza en toda la segunda parte, fueron decayendo por desgaste, por lógica inevitable. Solo una falta directa que lanzó Juan Muñoz al lateral de la red a falta de 4 minutos creo dificultades al guardameta ilicitano. Era un imposible intentar remontar el 0-3 del primer periodo. E imposible resultó, por más que los zaragocistas lavasen su cara ligeramente.


En el 94, con La Romareda abatida, incrédula y decepcionada, la crisis se hizo realidad. Ya nadie duda de ella. Venía advirtiéndose, los más olfativos la vieron venir hace varios partidos. Otros, como queriendo ocultar bajo la cama los problemas, buscaban en esos días subterfugios, amarres históricos y varias excusas más de todo tipo de índole y condición. Pero el fútbol es tozudo e imparable. Las tendencias suelen consumarse en hechos. Y el Real Zaragoza que armaron Juliá y Valentín desde el área deportiva este difícil verano de revolución masiva no ha salido bueno.


Al contrario, lejos de progresar y mejorar, va a peor en su proceso de maduración. Un difícil caso, un asunto complicado de abordar y, sobre todo, de solucionar a corto plazo. El problema, desde este hito de la derrota ante el Elche, es la clasificación, que empieza a apretar por abajo, y el medio ambiente en el que va a tener que trabajar en lo sucesivo técnicos y futbolistas blanquillos. Lo de siempre. Lo de los muchos últimos años.

Ficha Técnica


Real Zaragoza: Irureta; Fran, Marcelo Silva, Cabrera, José Enrique; Zapater, Morán (Javi Ros, 57), Alex Barrera (Juan Muñoz, 46); Lanzarote, Xumetra (Edu García, 48); y Ángel.


Elche CF: Juan Carlos; Rober, Pelegrín, José Ángel, Edu Albacar; Alex Fernández, Dorca; Pedro, Pelayo (Josete, 80), Hervías (Liberto, 76); y Nino (Guillermo, 68).


Árbitro: Cordero Vega (Comité Cántabro). Amonestó a Edu Albacar (78), Cabrera (82) y Pedro (86).


Goles: 0-1, min. 28: Pelayo. 0-2, min. 34: Nino. 0-3, min. 44: Pelayo. 1-3, min. 63: Ángel.


Incidencias: Partido matinal (12.00) en el último día de las fiestas del Pilar. Mañana agradable, soleada, con 15 grados. En las gradas, alrededor de 16.000 espectadores. El césped presentó un buen estado, quizá algo blando.

Comentarios
Debes estar registrado para poder visualizar los comentarios Regístrate gratis Iniciar sesión